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Una vez más: de la hipocresía a la realidad

Los despidos del Ayuntamiento afectan a 11 discapacitados que estaban subcontratados en Jardines

ELENA F. GORDÓN LEÓN.—

El recorte de la plantilla llevado a cabo por el Ayuntamiento de la capital leonesa también afecta a un grupo de 11 personas discapacitadas que hasta finales del pasado año prestaban servicio como encargados de tareas de vigilancia en distintos parques del municipio.

En este caso se trata de trabajadores que no estaban adscritos al servicio de Jardines, cuyos ex empleados son los que lideran las protestas que se llevan a cabo todos los martes y viernes frente a la sede del Consistorio desde hace más de dos meses por la reducción de plantilla y para solicitar una negociación con el equipo de gobierno.

En lo que sí coinciden es en que prestaban sus servicios en zonas verdes y también en el hecho de que su paso a las listas del paro se produjo el 31 de diciembre del año pasado, como en el caso del primer grupo de ex trabajadores de Jardines a los que no les fue renovado el contrato.

Los 11 discapacitados que han perdido su empleo trabajaban para una subcontrata, la empresa leonesa Naturfénix, que se encarga de dar trabajo a personas con distintos grados de minusvalías. El 31 de enero venció la última prórroga posible del contrato sin que el Ayuntamiento hubiera convocado antes el correspondiente concurso que habría permitido mantener esas tareas y esos puestos de trabajo.

De esta forma, desde que acabara 2007 quedó suspendida la tarea de vigilancia de parques y jardines que se comenzó a llevar a cabo en 1995, con lo que buena parte de los discapacitados llevaban en sus puestos más de una década. Los afectados por esta suspensión de la «obra y servicio» que acometían en parques de la ciudad como los de Quevedo, San Francisco, la Chantría o Parque de los Reyes, tenían la categoría de peón de jardineros.

Su labor consistía, entre otras cosas, en controlar y enseñar el uso de los parques, además de disuadir los intentos de vandalismo o prevenir el posible maltrato a animales por parte de algunos visitantes. Los afectados son todos hombres, tienen entre 30 y 60 años y presentan diversas minusvalías físicas y sensoriales.

Alguno de los trabajadores que prestaban esa tarea de vigilancia de parques y jardines han comentado a este periódico que si no se retoma la actividad que ellos llevaban a cabo en estos recintos terminarán siendo tomados por grupos marginales o gamberros y que las consecuencias de la desaparición del servicio afectarán tanto al mobiliario urbano como al entorno natural de los lugares citados.

One reply on “Una vez más: de la hipocresía a la realidad”

Esta falta de sensibilidad ya es una vieja conocida de los empleados con diversidad funcional que, en un tiempo, prestaron su trabajo en jardines de Alicante.
No solo lo realizaban bien, sino que además se empleaban con responsabilidad en las tareas que se les encomendaba.
Eran muchachos con algún grado de discapacidad psíquica que estaban dirigidos por un monitor de jardinería. El resultado no podía ser mejor. Excelente sería lo más ajustado a la realidad. Se les veía trabajar con gran ilusión y dedicación. Pero un día y sin mediar palabra, fueron suspendidos sus servicios por el gobierno municipal del PP y se le concedió la tarea a una empresa a costa de un considerable aumento de su contrato.
Contrastan estos paralelismos con la sospecha de si no sería ese bajo presupuesto que les concedían a los diversos funcionales el motivo de la suspensión de sus contratos.

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