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En apoyo a Joaquín Mora Mendoza

Ahora que acabamos de firmar la Convención de la ONU, la Junta de Andalucía nos demuestra para que sirve.

Carta enviada a todos los parlamentarios andaluces en apoyo y defensa de Joaquín Mora Mendoza, el onubense que vive bajo arresto domiciliario en una vivienda inaccesible de la Junta de Andalucía.


Señoría:

Hace escasos minutos he tenido noticia que, a consecuencia del ninguneo que le ha demostrado la Junta de Andalucía a nuestro compañero y amigo, Joaquín Mora Mendoza, junto al desánimo y desesperación al no poder controlar tanta injusticia, se ha manifestado en huelga de hambre indefinida.

En los albores del año 2004, apenas finalizado el Año Europeo de las Personas con discapacidad, los medios de comunicación se hacían eco de que Américo Rodrígues hacía 48 días que había iniciado una huelga de hambre ante la desesperación de no poder salir, como todo el mundo, a la calle. A finales de octubre de 2007 diversos medios de comunicación denunciaron la situación que atravesaba el onubense que ha iniciado la huelga de hambre después de más de 6 años sin salir de casa, un segundo piso sin ascensor. Casa que, para mayor inri, es propiedad de la Junta de Andalucía y no es accesible.

El presidente de la Junta de Andalucía se comprometió a ejecutar el Pacto por la Vivienda, suscrito el pasado diciembre por la Junta, sindicatos y empresarios, Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y entidades financieras, y que prevé la construcción de 700.000 viviendas en diez años, de las que 300.000 serán protegidas. Enfatizando pomposamente este compromiso, Chaves ya ha anunciado en numerosas ocasiones que la primera medida del nuevo Gobierno sería la de remitir al Parlamento el proyecto de Ley del Derecho a la Vivienda, que inició su tramitación como anteproyecto el pasado septiembre aunque no llegó a ser registrada en la Cámara por las elecciones.

Hace mucho tiempo, tanto como el que Joaquín apareció por primera vez en los medios de comunicación escritos y radiados denunciando esta situación, he seguido muy de cerca esta circunstancia. Lo mismo el CERMI que el Foro de Vida Independiente han manifestado ante la administración autonómica andaluza la urgente necesidad para solucionar este problema, mediante la permuta de su vivienda, incluso con la aportación de un complemento mensual, por parte de la Junta de Andalucía, para una vivienda accesible en alquiler mientras llegaban a disponerle la tan ansiada permuta solicitada por el interesado. Pero todas las tentativas se han visto frustradas y es por ello que tengo la presunción que el estado de desesperación de esta persona puede llevarle hacia derroteros insospechados que por todos los medios deberíamos evitar.

Precisamente yo no quiero cargar en mi conciencia con la pasividad de quienes pudiendo evitar cualquier desenlace no deseado, permiten que Joaquín haya llegado a estos extremos, así es que apelo a su Señoría para que intervenga positivamente en este asunto y mientras le descargo mi conciencia para que actúe conforme a sus propios sentimientos.

Días pasados les estuve participando mis preocupaciones, facilitándoles datos y entrevistas referentes a todo el proceso que aquí les rememoro y en ninguna de las ocasiones he recibido ni una sola palabra, así pues me va a permitir una pregunta. Solamente una, Señoría. ¿Esta vez habrá respuesta? ¿Va a hacer algo? Piense que en cualquier momento, en cualquier lugar, a la vuelta de una curva podría estar esperándole una silla de ruedas. ¿Podría entonces demandar la asistencia que ahora, desde la Junta de Andalucía, se le niega sistemáticamente a Joaquín? ¿En vedad le gustaría contemplar desde su desesperanza tanto ninguneo? Piénselo, pues aunque le parezca una tontería, entienda que no lo es.

Un saludo

Enrique Rubio,
es miembro de la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia de Alicante

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En apoyo a Joaquín Mora Mendoza

Joaquín Mora mendoza ha iniciado hoy una Huelga de hambre en protesta por el ninguneo que le hace la Junta de Andalucía

Carta remitida a los parlamentarios andaluces, en apoyo de Joaquín Mora Mendoza, en arresto domiciliario desde hace más de siete años, en una vivienda inaccesible propiedad de la Junta de Andalucía.


Señoría:

Acabo de enterarme de que un andaluz preso en su casa, término asignado por el Defensor del Pueblo Andaluz en un informe de 2003, desde hace 7 años, ha comenzado una huelga de hambre.

La historia se repite, en enero de 2004, apenas finalizado el Año Europeo de las Personas con discapacidad, saltaba a los medios la noticia de que Américo Rodrígues llevaba 48 días de huelga de hambre como última baza para poder bajar a la calle. A finales de octubre de 2007 diversos medios de comunicación denunciaron la situación que atravesaba el onubense que ha iniciado la huelga de hambre después de más de 6 años sin salir de casa, un segundo piso sin ascensor.

El presidente de la Junta de Andalucía se comprometió a impulsar la ejecución del Pacto por la Vivienda, suscrito el pasado diciembre por Junta, sindicatos y empresarios, Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y entidades financieras, y que prevé la construcción de 700.000 viviendas en diez años, de las que 300.000 serán protegidas. Para reforzar este compromiso, Chaves ya ha anunciado en varias ocasiones que la primera medida del nuevo Gobierno será remitir al Parlamento el proyecto de Ley del Derecho a la Vivienda, que inició su tramitación como anteproyecto el pasado septiembre aunque no llegó a ser registrada en la Cámara por las elecciones.

Desde que este preso apareció en los medios de comunicación he seguido de manera intermitente su situación, me consta que el Comité Español de Representantes de Minusválidos (CERMI) ha intercedido ante la administración andaluza para resolver la situación mediante una permuta, pero todas las iniciativas se han visto frustradas y tengo el presentimiento que el estado de desesperación de esta persona puede llevarle a cometer cualquier barbaridad, dado el estado de desesperación que intuyo le afecta.

No pesaré en mi conciencia el haberme quedado con los brazos cruzados, por eso apelo a su condición de representante popular para que intervenga, descanso mi conciencia y cargo la suya.

Por favor, tengo una pregunta para usted, contéstemela: ¿Va a hacer algo? Si quiere ir a visitarle estoy seguro de que le pillará en casa, vaya a la hora que vaya, y él mejor que nadie podrá contarle su situación. De paso puede preguntarle a su mujer si le gustaría salir un día a pasear con su marido.

Ah! Y recuerde que esta persona era un ciudadano que podía desplazarse como usted lo hace ahora, si algún día usted o un allegado están en el lado oscuro piense que explicación podrá dar y como acallara su conciencia si ahora no hace nada.

Un saludo

Vicente Valero,

es miembro de la Coordinadora de Disminuidos Físicos de Valencia.