Su intensa labor en China supuso el mayor intercambio cultural entre Europa y China hasta aquel momento.
Además del profundo conocimiento de los libros clásicos chinos por parte de Ricci (que le llevaron a realizar una perfecta síntesis entre el cristianismo y el confucianismo), una de las claves para su éxito fue su conocimiento científico. Ya en su tiempo, algunas obras matemáticas europeas clásicas fueron traducidas al chino. Sin embargo, todavía fue más importante que Ricci se diera cuenta de la gran importancia que tenía la astronomía en el imperio chino. Desarrolló una amistad con el matemático chino Xu Guangqi, y juntos realizaron la primera traducción al chino de los Elementos de Euclides.
Kunyu Wanguo Quantu, Mapa del mundo elaborado por Giulio Aleni, basado en el precedente de Matteo Ricci en China.
Gracias a Ricci, los conocimientos técnicos, matemáticos y cartográficos de Europa entraron en China, y fue él quien fundó las primeras comunidades católicas en el país.