1. En la Edad Antigua

La escritura epigráfica sobre soportes duros (huesos, piedra, etc.) existe desde la Antigüedad, principalmente con una función sacra.

Aunque en la Atenas Clásica, las leyes se exhibían en los santuarios, la generalización del uso de las escrituras expuestas se produjo durante la época romana. Estas tuvieron diferentes funciones y manifestaciones públicas y privadas. Las principales características de las escrituras expuestas en Roma son las siguientes:

  • Son manifestaciones principalmente urbanas.
  • Pueden constituir un medio de comunicación entre las elites dominantes y la población: censos, leyes, administración de justicia, etc.
  • Pueden tener como objeto el reconocimiento del prestigio social de personajes públicos (hechos militares, inscripciones sepulcrales…).
  • Pueden ser manifestaciones de sentimientos (la literatura de la “calle”, según Sanders).

El uso de las escrituras expuestas en el mundo romano contribuyó a la alfabetización y romanización a través de sus múltiples manifestaciones: lápidas sepulcrales, monumentos, inscripciones en calzadas romanas, fachadas de edificios…

En la ciudad de Pompeya podemos encontrar una excelente muestra de la profusión y variedad de las escrituras expuestas en las ciudades romanas. Sus famosos grafitis corroboran el uso habitual de la escritura de la calle.

Tras la crisis del siglo III y la expansión del cristianismo, las escrituras expuestas tendieron a desaparecer de los espacios abiertos y se generalizaron en interiores de iglesias o en las catacumbas.