Fundada en el siglo XIII, la Abadía de Port Royal será en el segundo cuarto del XVII una de las cunas de la pedagogía moderna. Fuente principal del pensamiento jansenista en Francia, se convirtió en el punto de resistencia al poder real y no fue hasta 1715 cuando el rey la hace derribar y dispersa a sus monjas.
Fue en 1638 cuando se crearon les petites écoles, sus estudios lingüísticos, su gramática y el pensamiento emanante de la Abadía fue la base de una pedagogía en la que se adapta un método racional y cartesiano que se esforzaba en cultivar el intelecto y la facultad de razonar más que la memoria, apelando constantemente a la reflexión personal.
La enseñanza impartida en francés rompió con la establecida por los jesuitas, que la realizaban en latín en las universidades. Fue el griego la lengua más estudiada y la disciplina como método de enseñanza fue sustituida por la amabilidad suprimiendo la competición entre los discípulos. Famosa es su Gramática, su Lógica y los Métodos de aprendizaje del latín, griego, español, italiano etc.
La influencia sobre los grandes escritores fue importante siendo Racine y Pascal los más relevantes, sin olvidar a Boileau, Mme. de Sevigné, Rochefoucauld y Bossuet. Todos ellos insignes de las letras y el pensamiento francés.
El código moral de Port Royal fue de tal rigor que causó impresión en la época, elevando los ideales cristianos a su máxima potencia y demandando a la voluntad human su total esfuerzo. Hardouin de Péréfixe, arzobispo de París que trató de reconducir a los disidentes de Port Royal sin éxito, dijo de ellos “Son tan puros como ángeles, pero orgullosos como demonios. Cuna de cultura y resistencia al poder, la abadía de Port Royal es un ejemplo de espiritualidad en grado sumo de la época.
