La desmembración del término de Alicante

El siglo XVIII es un siglo de crecimiento poblacional, eso es lo que siempre se ha contado y algo que se toma como dogma de fe, pero si lo analizamos de forma minuciosa quizás nos demos cuenta de que tal crecimiento no es tan escandaloso como se podría pensar.

Existe un elemento al que no se le ha prestado la atención que se merece y que ha podido lastrar el estudio de la demografía alicantina. Me refiero al tema de las divisiones administrativas, tanto laicas como eclesiásticas.

En primer lugar se ha de determinar cuáles eran los límites de Alicante, una temática que implicó largos pleitos entre los municipios vecinos. Tras los decretos de Nueva Planta la gobernación de Alicante estaba constituida por los términos municipales de: Alicante, Agost, Aguas de Busot, Busot, Campello, Monforte, Muchamiel, San Juan y San Vicente. Estos municipios continuaron su camino a la autonomía, llevándose a cabo la misma en determinados momentos. El citado factor de la división de las municipalidades es un elemento clave a para comparar los datos ofrecidos por los distintos vecindarios, puesto que si no los tenemos en cuenta podemos falsear los resultados de forma inconsciente.

Pongamos varios ejemplos ahora para mostrar la idea de forma clara. Podemos ver el caso de Villafranqueza, que tiene un reducido vecindario, unos 27 vecinos en 1602, y que no debió suponer una quiebra en la media poblacional de Alicante. Otro ejemplo de bajada poco o nada sensible es el de Nueva Tabarca, con 110 habitantes en 1787. Las modificaciones importantes llegarán a lo largo del s. XVIII y de no tenerlas en cuenta distorsionaríamos las conclusiones que pudiésemos extraer de las partidas de nacimientos y matrimonios.

Cuando en 1735 se instituye la Ayuda de Parroquia de San Vicente, que abarcaba la citada aldea (foco espectacular de expansión poblacional) y las partidas rurales de Alcoraya, Cañada, Font Calent, Moralet, Serreta y Verdegás. Es difícil cuantificar el registro poblacional de las partidas, pero la aldea de San Vicente estaba habitada en 1754 por 481 habs. Si tomamos datos a nivel nacional vemos que el Censo de Floridablanca apunta a que esta parroquia contaba con 3.342 habs., porcentaje nada despreciable de la originaria parroquia de San Nicolás (con 10.430 habitantes en el mismo censo).

Otro ejemplo es la creación de la parroquia de La Misericordia en 1738 por el obispo Gómez de Terán, para abastecer de zona de culto a los ciudadanos de las zonas más periféricas de la ciudad.  Como en el caso de San Vicente esta parroquia supuso la fragmentación del territorio de San Nicolás, pues comprendía el arrabal de San Antón, con 721 casas en 1756.

La Misericordia, mediados del siglo XX.
Parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia, mediados del siglo XX.

Estos son solo algunos de los ejemplos que podríamos dar de cómo la ciudad de Alicante va creciendo, como sus términos comienzan a buscar la independencia administrativa y como esto se  refleja tanto en los datos de población como en la creación de nuevas parroquias.

Todo ello hace que finalmente Alicante comprendiese Aguas (anejo a Busot, ya independiente), las parroquias de San Nicolás, Santa María y la ayuda de San Vicente. Si a esto le sumamos que en el vecindario de 1799 un 1’1% de los alicantinos eran parroquianos de Muchamiel y el 7’9% lo eran de San Juan vemos que estas subdivisiones son un factor muy a tener en cuenta, pues de obviarlo el comparar censos y vecindarios sería un ejercicio absurdo y erróneo.

Vemos por tanto como el crecimiento de la población alicantina tiene lugar, pero sobre todo hasta los años 30, de ahí en adelante no se perderá el nivel de crecimiento, sino que el mismo se estancará. Por otro lado la población se ramificará, ocupando zonas rural o periféricas, como en el caso de San Vicente.


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