El Castillo

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Lo encontramos justo en el centro del municipio, en lo alto del casco histórico, a partir de él se desarrolla toda la trama urbana del municipio. La primera noticia que se encuentra sobre el castillo, es en el Tratado de Cazorla de 1179.

Está datado de finales del siglo XII, y las construcciones musulmanas serían la celoquia y la antigua muralla, de las que aún se encuentran restos.

La cubierta de la segunda sala de la torre, está rematada por una bóveda de arcos entrecruzados, que nos remiten a lo que nos podemos encontrar en lugares como el monasterio de la Huelgas (Burgos), y la bóveda del crucero de la iglesia de San Millán o de la Vera Cruz de Segovia, todas ellas de finales del siglo XII y principios del XII. Por lo que nos lleva a una construcción de un estilo arquitectónico englobado en el último cuarto del siglo XII, coincidente con el tratado mencionado anteriormente.

Con el tratado de Almizra firmado por las Coronas de Aragón y Castilla en el 1244, se puso en relieve la importancia estratégica de este castillo, que se encontraba en una posición fronteriza entre ambas coronas. Jaime I llegó a la villa el 5 de septiembre de 1244 y comenzó un asedio que duró hasta el mes de febrero de 1245, cuando el qa’id de Biar (MuÇa Almoravit) rindió el castillo bajo la promesa de que pudieran permanecer en la villa y que se respetaran sus tradiciones. Sin embargo en 1256 con la revolución de Alazraq, Jaime I impuso severas represalias que posiblemente conllevaran a la expulsión de los habitantes musulmanes, repoblándose después con gentes de Cataluña y Aragón. Una vez asegurada la villa, Biar y su castillo se convirtieron en la base fuerte, respecto a la ayuda a la Corona castellana en la sublevación de 1264.

Durante la sublevación de los “sarrains paliers”, casi al final de la vida de Jaime I, el castillo de Biar se convirtió en la cárcel del Maestre del Temple, Don Pedro de Moncada, apresado en la batalla de Luchente por los sublevados.

El edificio presenta un doble recinto amurallado siguiendo el desnivel natural del terreno, cuyos lienzos están limitados por cubos semicirculares, y culmina todo el recinto la gran celoquia o torre principal, emplazada en lo más alto, junto al vértice norte del castillo. La torre principal se eleva sobre tapial de 90 cm por 1,35 de espeso y una altura de 19 m. Cuenta con tres plantas superpuestas, de las cuales, la segunda se ha nombrado anteriormente.

El ingreso principal está orientado al este y emplazado junto al cubo circular de la muralla.

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