Biar es un municipio de la comarca alicantina del Alto Vinalopó del que se tiene noticia desde la Edad del Cobre, como lo demuestra la Cova del Cantal localizada en la Foia de Castalla de la que se ha documentado un enterramiento múltiple. En esta misma localización se han encontrado restos que atestiguan la presencia de poblaciones ibéricas, romanas y musulmanas.
Sin embargo, las primeras menciones de esta población las encontramos en época de Jaime I cuando tras su conquista en 1245 a los musulmanes se convierte en uno de límites fronterizos entre el Reino de Valencia y la Corona de Castilla, junto con Aguas de Busot según el Tratado de Almizra de 1244.
Biar siempre ha sido un punto estratégico de gran valor lo que le ha llevado a tener un papel importante en los diversos conflictos entre Castilla y Aragón, lo que le supuso la consecución de ciertos privilegios.
Por otro lado, es de digna mención su carácter revolucionario ante otros conflictos como las Germanías o, el más conocido, su papel en la Guerra de Sucesión donde, al contrario que el resto de la Corona de Aragón, Biar decidió apoyar a Felipe V, quien le concedió el título de “muy noble, leal y siempre fidelísima”.
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