El acontecimiento capital de comienzos del siglo XV tiene lugar con la muerte del primogénito del rey Martí I, Martí el Jove, el 25 de julio de 1409 en Cerdeña. El rey Martí era viejo, no tenía otro hijo y ante el problema sucesorio se casa con Margarida de Prandes, con el fin de que nazca un heredero, algo que no sucederá y finalmente en 1410 el rey muere sin sucesión.
En este momento llegamos al Compromiso de Caspe, donde se reúnen en 1412 los representantes de Aragón, Cataluña y Valencia para buscar una solución. Finalmente Fernando de Antequera es nombrado rey, lo que asentará la dinastía de los Trastámara en la Corona de Aragón.
En este sentido, llegamos a la configuración de las distintas villas, comarcas y ciudades del Reino de Valencia. El 16 de Enero de 1420 los representantes de la villa de Xixona acuerdan con el Batlle General de Valencia la compra de Ibi por 44.000 sueldos, lo que ocasionará serios enfrentamientos con Alcoy.
La Varonía de Planes fue vendida en 1426 por la reina Violant a Francesc Sarzola por 18.000 florines. Agres por su parte pasó a Joan Roiz de Corella, conde de Cocentaina. Por otro lado Banyeres pertenecía a Pere d’Artés, quien la venderá a Bocairent.
A principios del siglo XV la Varonía de Alcoy era propiedad de los burgueses catalanes, pero a partir de 1930 Alcoy fue nombrada Villa Real, por lo que los sucesivos reyes de la Corona de Aragón serán los señores de Alcoy.
Por lo que respecta a Castalla, Tibi y Onil, formaban parte de la jurisdicción señorial vinculada desde 1364 a la familia Vilanova y Lladró. Posteriormente, tras la guerra de sucesión, en 1709 la antigua administración dio paso a la subdivisión territorial en corregimientos o gobernaciones, al frente de los cuales encontramos un corregidor. Por lo que respecta a nuestro objeto de estudio, los municipios de la Hoya de Castalla pasaron a formar parte del corregimiento de Xixona, de superficie y población pequeña, formado para premiar la fidelidad de estas localidades a Felipe V.
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