El comandador de León, Gutierre de Cárdenas, por haber ayudado a facilitar el matrimonio entre los príncipes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, recibe el señorío de Elche el año 1470.
La villa de Elche se correspondía con los actuales términos de Elche, Santa Pola y Crevillente y esta donación será durante varios siglos causa de conflicto.
La oligarquía local de Elche, hasta entonces una villa de realengo, se opondrá siempre a esta donación que convertía en villa de señorío. La letra de donación se prestaba además a una doble interpretación, entre el tipo castellano con más poder político y militar del señor, y la concepción más feudalista que daba más importancia al municipalismo.
A causa de ello se producen pleitos de reversión a la Corona en los siglos XVI y XVII, una expresión legal del desprecio de esta oligarquía a los Cárdenas, reflejado también en una actitud antiseñorial por parte de la oligarquía.
Este pleito se solucionará con una sentencia a favor del señor de Elche en el año 1697.
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