Los campesinos son la gran mayoría de la población. Su único fin en esta vida es trabajar para que el resto de la sociedad pueda cumplir sus funciones militares o eclesiásticas.
En esta situación, y en una lógica tendencia a salir del individualismo para sobrevivir, el campesino de la época buscará nuevos marcos de relación social, nuevos esquemas de asociación que le brinden una cierta seguridad. Tres merecen destacarse; la familia, las relaciones de dependencia con el señor y la ¿aldea?.
La familia de esta época es una familia amplia, es decir, un grupo extenso que asocia sus intereses para que sus miembros puedan socorrerse mutuamente. Todos sus componentes viven en el mismo solar, el patrimonio es colectivo. Fuera del marco familiar, para el hombre de esta época, especialmente para la ingente masa de campesinos no propietarios, no hay otro marco de relación social que el que le proporciona ser miembro de una gran explotación agraria.
Como tenente de un maso se está bajo la autoridad económica y personal del señor, y de alguna manera es ahí donde uno encuentra sus sito en la sociedad del momento, donde alcanza no sólo una cierta seguridad, sino también una personalidad social.
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