En el escalón mas alto nos encontramos a los labradores, propietarios de tierras que, si bien ya supieron beneficiarse de la expansión agraria anterior, ahora consolidarán su posición social al compás de la crisis, ejerciendo su poder económico sobre aquellos que peor soportaron los cambios. No olvidemos, además, que ya empezaron a ejercer tiempo atrás, se verá ahora plenamente consolidado desde la posición de fuerza que les da su suficiencia económica en un mundo sometido a graves crisis de subsistencia. Los labradores sacarán enormes provechos económicos de la simple gestión intermediaria entre los grandes propietarios y la fuerza de trabajo que realmente cultiva los campos.
No podemos identificar siempre al arrendatario como un propietario potente, inversor y controlador del mercado de productos agrícolas. También existen los que algunos llaman arrendatarios-trabajadores, aquellos que toman en arriendo parcelas pequeñas, cuya explotación pueden hacer frente y con las que obtienen, gracias a su trabajo personal, un cierto nivel de ingresos. En zonas donde abundan latifundios, estos campesinos se convierten en subarrendatarios de partes concretas de estas grandes fincas que, habían sido arrendadas en su totalidad por la élite campesina. Este arrendatario-trabajador quedaba así bajo el dominio económico del rico campesino que firmó el contrato primitivo de cesión.
Los jornaleros, son campesinos que realizan un trabajo a cambio de jornal. Es un grupo que podríamos definir como deprimido, en un mundo donde la posesión de la tierra no sólo da seguridad económica sino prestigio social. La falta de mano de obra hace que sus salarios suban y su situación no parezca especialmente depauperada. Entre los que se contrataban temporalmente para realizar trabajos manuales en las grandes explotaciones de cereal, olivar o en los campos vitivinícolas cada vez más extendidos, econtramos no sólo a aquellos que sólo tienen la fuerza de sus brazos para conseguir alimento, sino también a pequeños propietarios que consiguen con la contratación temporal el ingreso extra necesario para alcanzar el mínimo de subsistencia.
Deja un comentario