El final de la Edad Media conllevó para la península Ibérica un auténtico final de ciclo. Unificación de dos monarquías y la conquista de Granada. Entre tanto Elche se desliga, relativamente, del Reino de Valencia y comienza a castellanizarse.
Joan II le regala a su nuera Isabel de Castilla el señorío de Elche, durante los enlaces matrimoniales con su hijo. Isabel no la conservará mucho, y en 1470 se la otorga en recompensa por sus servicios a Gutierrez de Cárdenas, Comendador Mayor de León, y es ratificado por su marido Fernando una vez se ciñe la corona. Era muy habitual este tipo de acciones, y por mucho que protestasen los habitantes de Elche, la propiedad nobiliaria de la ciudad no se romperá hasta 1811.
Cárdenas, quien fue uno de los hombres importantes del momento, requirió de Elche esfuerzos para la guerra de Granada. Pero, aun llegando estos, Elche no destacó como gran financiadora de la campaña granadina. Quien sabe si para bien o para mal, ya que poco repercutió en el Reino de Valencia el final de la “reconquista”. El miedo a Granada y las incursiones desde el sur, como la de Ridwan, pasó a ser miedo a los piratas berberiscos que desembarcaban sorprendiendo a los habitantes de las costas. Sin embargo Cárdenas dejó huella notable en la ciudad y su defensa, a el debemos el Alcazar de la Señoría.
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