Siendo el primer trabajo de estas características que llevamos a cabo, como comentaba en la presentación, son varios los aspectos que podemos destacar, que nos han llevado alguna complicación que otra, pero como suele ocurrir, todo ello ha culminado en una experiencia interesante con la cual hemos sufrido, pero también disfrutado y aprendido.
En primer lugar, encontrar personas dispuestas a hablar, en ocasiones es más complicado de lo que parece. Hay personas que sin salir del ámbito familiar tienen el trabajo hecho, con más de cuatro potenciales testimonios y todo el tiempo del mundo para llevar a cabo la grabación. Mientras para otras que no corren esa suerte, buscar candidatos puede ser una tarea complicada si no se tiene relación con personas mayores. En nuestro caso hicimos llamadas y mandamos correos electrónicos a asociaciones que supuestamente promueven darse a conocer, que personas mayores realicen actividades, colectivos en búsqueda de integración… Y en ningún caso obtuvimos respuesta. Sólo una profesora de la propia Universidad de Alicante accedió. Menos mal.
Una parte de los entrevistados fueron personas conocidas con los que pudimos elaborar un guión previo. Esta preparación de la entrevista con el testimonio de Nieves Montesinos no se pudo hacer por la disponibilidad y las fechas (Navidades, fechas de exámenes). Luego la entrevista fue a un plano general mucho más que personal, que quizá era el objeto del trabajo. Por lo que aún resultando interesante es posible que el enfoque fuera equivocado. En las otras entrevistas ocurrió lo contrario, pues partiendo de testimonios personales descubrimos anécdotas desconocidas y muy interesantes, como se describe en las correspondientes entradas.
Para la edición de la entrevista vimos que con el programa recomendado por el profesorado a otros compañeros les estaba quedando demasiado simple. En un primer momento optamos por utilizar otro programa y en un primer momento funcionaba bien, pero acabando de editar y sin tiempo para empezar de nuevo surgieron unos problemas con el formato de vídeo que impidieron unos resultados óptimos. Mejor suerte corrieron parte de las entrevistas que si pudimos hacer con el programa recomendado, simple pero eficaz.
En definitiva, con estos testimonios consideramos que hemos aprendido mucho más de lo que esperábamos. Esta práctica refuerza la importancia de las fuentes orales, y hemos podido comprobar de primera mano como unos testimonios pueden aportar una información muy valiosa.
Las fuentes orales, junto a fuentes arqueológicas, escritas, audiovisuales, geográficas, o etnográficas, hacen que el análisis que hagamos a un determinado trabajo se vea enriquecido.