Valoración

La oportunidad de hacer historia en el sentido literal de la palabra está al alcance de nuestras manos. Esta es la esencia que se esconde detrás de la Historia Oral, que es una historia hecha pero al mismo tiempo está por hacerse. Muchos campos del conocimiento no han dado un duro por ella, tachándola de distorsionadora de la realidad, poco segura y menos aún fiable de los hechos que narra, pero en mi opinión ninguna de las ciencias pueden aspirar a la pura objetividad. A través de lo que nos cuentan las personas podemos adentrarnos hasta las profundidades de los recuerdos más recónditos de la gente y mirar desde todas las perspectivas la historia con el fin de construir la nuestra propia. Además, ¿quién no ha disfrutado escuchando las historias que nos contaban nuestros abuelos? Con la realización de este trabajo de historia oral sobre la posguerra española hemos aprendido que la reliquia más importante de esta vida es escuchar, porque escuchar no es lo mismo que oír ni hacer oídos sordos, escuchar es sabiduría y la sabiduría no ocupa lugar. La función más antigua del ser humano desde su aparición y lo que nos caracteriza como tales es la transmisión de conocimiento de generación en generación, lo que hace que brote la cultura, las costumbres y la historia de nuestro profético devenir. Escuchar a las personas nos ha enseñado a valorar lo dura que en realidad puede ser la vida cuando no tienes nada, pues cuando lo tienes todo, te ciegas y no ves lo que está pasando a tu alrededor. Es por eso que si abres los ojos y te quitas la venda de los prejuicios podrás llegar a ser conformista con lo que tienes y aspirar a la felicidad, dejando que la historia siga su curso como un río que desemboca en un gran océano  que guarda todas las cosas que nos quedan por descubrir.

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