Ilustre hijo de Orihuela, Don Fernando de Loazes (1497-1568) es básicamente conoció por su aportación cultural a España, y en concreto a Orihuela, con la fundación de la Universidad oriolana.
Llegó a convertirse en una de las más altas dignidades eclesiásticas de su tiempo: Obispo de Elna, Lérida y Tortosa; Arzobispo de Tarragona; Patriarca de la Antioquía y Arzobispo de Valencia. Estos dos últimos cargos otorgados por el papa Pío V.
El interés de Fernando de Loazes por crear una universidad en su ciudad natal nace de la idea de querer reforzar la educación religiosa de los eclesiásticos. Debemos de tener en cuenta que en estos momentos Europa está sumida en una reforma eclesiástica, en la que se cuestionaron los principios éticos de los eclesiásticos. Esta situación promovió la necesidad de querer preparar mejor la formación de los nuevos cleros militantes, prepararlos para afrontar los nuevos debates teológicos que se avecinaban. Esta perspectiva educativa formó parte tanto de la Iglesia Luterana como de la Iglesia Católica que buscaban reforzar los argumentos de sus respectivas iglesias.
Finalmente, como apunte señalar que Fernando de Loazes no sólo donó su fortuna a la Universidad, sino también todos aquellos libros que formaron parte de su biblioteca privada, formando con ello uno de los legados culturales más ricos de la Comunidad Valenciana.
Miriam T Muñoz Rico
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