Como ya comentamos brevemente en una entrada anterior, los cargos municipales jijonencos previos a la Guerra de Sucesión se elegían mediante el sistema de la insaculación. En Jijona fue introducido en 1512 como un privilegio, pero no contamos con el texto del mismo. Su introducción en la Corona de Aragón respondía a la disputa entre oligarquías locales por el acaparamiento del poder en los municipios.
La insaculación consistía básicamente en hacer un listado de posibles candidatos para ocupar los cargos municipales. Esos candidatos debían contar con una serie de cualidades, tales como: méritos sociales, proceder de familias medianamente bien avenidas económicamente, etc.
Así pues, se preparaba un listado con X número de candidatos, se metía en dos sacos el mayor y el menor. Del saco mayor se extraían los cargos de justicia y jurat en cap; y en años alternos el de mustaçaf. Del saco menor, los jurats segundo y tercero y el cequier.
En cuanto al consell, es posible que ya desde la implantación de la insaculación adquiriese la fisonomía que presenta en la documentación posterior, consistente en 8 insaculados de la bolsa mayor y diez de la menor. Con esta configuración, el protagonismo otorgado a ambas bolsas resultaba en apariencia relativamente equiparado: los oficios de mayor autoridad quedaban en manos de la bolsa mayor, pero era la bolsa menor la que suministraba un número ligeramente superior de oficiales y consellers.
Finalmente, se establecía también la creación del oficio de clavari, para ocuparse de la administración de las cuentas municipales; pero su provisión anual se realizaría por designación directa de los jurats, en lugar de extraerse por sorteo de entre los insaculados.
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