Allí donde crece el comercio, crecen también las «luces»

  • GIMÉNEZ LÓPEZ, Enrique. Alicante en el siglo XVIII: economía de una ciudad portuaria en el Antiguo Régimen. Valencia: Institució «Alfonso el Magnánimo» de la Diputació Provincial de València, 1981. ISBN: 84-00-04853-9.

Parece ser un hecho que allí donde hay crecimiento económico, hay también ilustrados. O al menos eso es lo que se puede deducir del libro de Enrique Giménez, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Alicante. Libro, no obstante, que sin entrar en lo comentado en este post, analiza con rigor la economía y la demografía de una ciudad, la de Alicante del siglo XVIII, “en recuperación”.

Y es que, aunque a algunos/as nos pueda parecer paradójico e incluso injustificable, lo siguiente viene siendo la norma y no la excepción: a mayor crecimiento de la economía (opresora, en gran medida), mayor crecimiento también de la cultura (liberadora, en ocasiones). ¿Acaso hubiera llegado a ser Pedro Montengón quien llegó a ser si en lugar de haber nacido en el seno de una familia de comerciantes y propietarios hubiera nacido en un entorno menos privilegiado? Es preciso, pues, empezar planteando la cuestión en sus justos términos, que no son otros que conocer las causas de la Ilustración y reconocer: a) que los ilustrados alicantinos nacen con un «capital» bajo el brazo y b) que no se puede entender la historia de sus ideas si no entendemos también la historia económica de sus ciudades. Por esa razón, he elegido el siguiente fragmento a modo introductorio (pp. 401-402):

Imagen extraída del libro “La España de la Ilustración (1700-1833)” de Jean-Pierre Almaric y Lucienne Domergue

Al iniciarse el siglo XVIII la ciudad se encuentra bajo los efectos de una catástrofe bélica que vivió como protagonista, donde el asedio de 1708 y 1709 fue el colofón de un ciclo iniciado en 1691 con el bombardeo de la ciudad por la escuadra francesa del Conde D’Estres. El fin del ciclo dejó una ciudad semidestruida, una población dispersa, un ejército de ocupación y, por último, una administración castellana que impone modos novedosos, sobre todo en materia fiscal. Hasta la década de los cuarenta se vive una fase de recuperación, reflejada en un avance de las fuerzas productivas. Las señales que jalonan esta recuperación son: el crecimiento demográfico, las bases de unas nuevas relaciones comerciales vía marítima y con Castilla, la recuperación del regadío y nuevas roturaciones. (…) La situación marítima favorece los intercambios y a su impulso el cultivo de la vid se expansiona. La recuperación agraria viene marcada por dos hechos que denotan su alcance: en 1737, el pantano de Tibi, inutilizado por una rotura en 1697, vuelve a embalsar agua (…). El segundo hecho es el fuerte impulso que recibe la producción vinícola, que conoce una tasa anual del 1,3% entre 1711 y 1739, y de las exportaciones, que pasan de los 4.775 cántaros embarcados en 1711 a los 53.375 cántaros exportados en 1727. La vida rural alicantina, productora de artículos comercializables como el vino, la almendra o la barrilla, comienza a inscribirse en los dominios del comercio internacional.

4 thoughts on “Allí donde crece el comercio, crecen también las «luces»

  1. Muy interesante el Blog y este artículo… los demás los seguiré leyendo más tarde. No pude registrarme, pero a ver si puedo dejar este mensaje y además, ya puse tu blog en mi lista de Blogs que sigo, en el mío, Un saludo Hugo!

  2. ¡Hola, Mabel! Bienvenida. Y enhorabuena: eres la primera comentarista, je… Muchas gracias. ¿Te ha gustado el post? Me alegro. Y me alegro también de que nos hayas añadido a tu lista. Espero que el blog esté a la altura ;)

    En cuanto al problemilla que has tenido, te aviso que soy nuevo en WordPress… Pero, trasteando un poco por aquí dentro, he visto que la parte donde pone “Los usuarios deben registrarse e identificarse para comentar” estaba apagada. La he encendido a ver si ahora se puede. La próxima vez que comentes (si para entonces no te hemos aburrido, je…), lo comprobamos.

    En fin, un abrazo. Me voy a pasar ahora mismo por tu blog :o)

  3. Hola Hugo:
    Se te echaba de menos. Ahora mismo me pongo con el blog que no tengo duda resultará interesante, pero antes de nada quería saludarte y darte las gracias por hacernos partícipes de esta “nueva andadura”.
    Un beso.

    PD. Mabel, guapa, otro beso para ti.

  4. ¡Hola, Mafalda! Cuánto tiempo hace. ¿Un siglo, por lo menos? :P

    Las gracias te las doy yo a ti. Valoro mucho tu comentario, que lo sepas ;)

    En cuanto al blog, je… me temo que va a empezar a ponerse un poco aburrido, aunque intentaré por todos los medios legítimos que no ocurra. Mi compañero y yo tenemos que publicar un mínimo de 20 entradas sobre libros, artículos y demás, relacionadas todas ellas con los ilustrados. A veces, como en este post, tendré tiempo y ocurrencia para ampliar un poco el post y poner algo de mi propia cosecha, pero en ocasiones es muy posible que nos limitemos únicamente a “dar parte” del documento consultado de manera muy escueta. La finalidad principal del blog es doble: debemos aprender a referenciar correctamente la bibliografía y debemos reunir en un mismo sitio casi toda o al menos una gran parte de la información disponible sobre nuestro tema de estudio.

    En fin, ya veremos cómo acaba :P

    Un abrazo, y me alegro de leerte.

    PD. Tu comentario (como todos los anteriores, incluido el mío) se había ido a la bandeja de spam. Disculpa las molestias. He intentado arreglarlo pero de momento no hay manera (^_^)

Responder a Hugo Cristian González Mora Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *