Carlos I de España y V de Alemania nacio el 24 de Febrero de 1500 en Gantes y fue quien llevo a la casa de Habsburgo a la más alta cumbre del poder. Su nacimiento en pleno invierno le otorga la definición estadística de individuo mas propenso a contraer una psicosis esquizofrénica -que nunca tuvo-.Llego al mundo en lo que entonces se llamaba retrete o igual podian ser unas letrinas, Juana acreditada como una magnífica paridora, batió su propio record y la llegada al mundo de Carlos se produjo de una forma instantanea lo cual determino la aparicion en el neonato de unas lesiones cerebrales generadas por la súbita retirada de la compresión inducida por el transito natal. A consecuencia de estas microlesiones, se inició la historia clínica de Carlos con el nacimiento en forma de un retardo psicomotor asociado con crisis epilépticas. Según este historial el posible diagnostico a Carlos se le podia asociar con una encefalopatia paranatal leve. A corto plazo se normaliza el desarrollo psicomotor y se extingen sus crisis epilepticas a pesar del abundante consumo de bebida alcohólica que pondría fin a sus días.
Carlos en 1517 llego a España por vez primera, educado en la corte flamenca era un rey extranjera sin duda, y en realidad nunca llegó a ser un español al cien por cien. Su tia Margarita, gobernadora de los Paises Bajos, en cuyo hogar pasó Carlos toda la primera adolescencia. A partir de los 6 años cuando falleció el padre, no permitió a Carlos aprender la lengua española pensando en prepararlo para gobernar el imperio.
Una vez llegado a España, su sabia carta de presentación fue la de difundir una proclama en la que declaraba el proposito de gobernar en unión de su madre.
El historiador aleman Ludwig Pfandl (1938) se ocupa de detallar la cadena de mortificantes penalidades por las que paso Carlos en España: “Cuando se le esperaba en Laredo ( Santander) el desembarco se produjo en Villaviciosa (Asturias), donde los asturianos tomaron en principio a su expedición por una flota de piratas turcos o franceses; el sometimiento de su reconocimiento por las cortes de Castilla se subordinó a cumplir la condición de que el cargo de empleado público no se ocupara en lo sucesivo con personas extranjeras”.
A Carlos se le descibe como un hombre de estatura media, noble apostura, cabello rojo, ojos azules, tez blanca, nariz aguileña, facciones proporcionadas y rompiendo toda la armonía de su rostro y su figura un labio inferior caído y una mandíbula inferior muy saliente, anomalía conocida como prognatismo el cual le obligaba a aparecer con la boca medio abierta , y que le causaba problemas para articular palabra (signo patológico designado como disartria).
Su modo de ser presidido por la serenidad, la frialdad y la lentitud psicomotora estuvo siempre sujeto a descargas explosivas de cólera. La combinación de una mentalidad lentificada y los accesos de impulsividad constituye el núcleo característico de la personalidad epileptoide. El psiquiatra catalán Moragas (1970) comenta : ” Problamente estos impulsos coléricos eran, en su edad madura, lo único que le quedaban de aquellos remotos ataques epilépticos de su mocedad”.
Este hombre de pocas palabras mostró hasta la época de su ” jubilación precoz” una voluntad firme y tenaz como pocas. Su apasionada afición por los relojes, los mapas, la música y la caza nunca fueron un obstaculo para regirse ante todo por su alto sentido de la responsabilidad.
En 1524, Carlos I trató de afrontar de lleno los problemas del alojamiento de su madre, lo cuál fijo la estancia de su corte en Tordesillas durante un mes largo, y es también entonces cuando elaboró la idea de que su hermana Catalina, también recluida en el mismo lugar, debía abandonar Tordesillas para convertirse en reina de Portugal. La marcha de Catalina ocasionó un trauma doloroso a Juana pero las constantes visitas de Carlos denotan la preocupación que tenía con ella.
En 1516 contrajo matrimonio con su prima hermana Isabel de Portugal, le movieron dos interéses capitales: el de obtener una impresionante dote puesto que el problema económico era la preocupación principal de Carlos, y el de ampliar las alianzas políticas. La felicidad de la pareja concluyo trece años después cuando falleció Isabel en 1539. Durante este intervalo no se le conoció a Carlos ningun hijo ilegítimo. El psiquiatra venezolano Herrera Luque (1969) se inclina que la primera crisis depresiva le sobrevino a Carlos tras la muerte de su esposa ya que se recogió durante dos meses sin querer ver a nadie en el monasterio de Silos y se reincorporó a sus tareas de gobierno visiblemente recuperado.
Carlos tomó una preocupación especial por la formacion de su primogénito Felipe. Cuando estaba en Palamós para ponerse rumbo a Génova, escribió un manual de principe cristiano dedicado a su hijo, conocido como ” las instrucciones confindenciales de Palamós”, en el que instruye a Felipe sobre el comportamiento personal y político más conveniente, prestando atención a la administración de justicia, todo ello cocido con un regusto humanista erasmiano y concluido con un informe personal secreto sobre las cualidades de los ministros , los consejeros y los secretarios y lo que era conveniente esperar de cada uno de ellos.
En cuanto a sus hijos ilegitimos hay que decir que siempre se portó bien con ellos dandoles todo lo que necesitaban. Hay que hacer una mención especial al más famoso de todos, Juan de Austria. Su madre era Bárbara de Blomberg, una dama poco culta que pasa a la historia por haber sido su última amante. Juan de Austria fue educado en España desde los 4 años y Carlos no quiso conocerlo hasta tres meses antes de morir, y aún entonces no lo reconoció como hijo suyo sino en la letra de su testamento encomendando a Felipe II su tutela.
A partir del matrimonio con Isabel de Portugal, Carlos se españolizó, con lo que se mantuvo fiel a su esposa. Realizó un aprendizaje de la lengua castellana conducido por el eximio poeta Garcilaso de la Vega. A la vez se diluyeron las particularidades de los borgoñones no solo para Carlos sino para todos al integrarse este ducado en los territorios de Flandes.