Han pasado ya cuatro años desde que el crítico de arte Manuel García hizo pública, en las páginas de este periódico, la existencia de un mural del valenciano Josep Renau -que permaneció oculto durante décadas- en el cuarto de baño de lo que hoy es un restaurante italiano de la calle Caballeros. Podría ser el único mural interior del pintor que se conserva en Valencia.
Se trata de un mural colorido, en el que aparecen diversos animales, entre los que hay peces, culebras y aves, rodeados de árboles y situados entre mujeres desnudas y arqueros. Una estética ornamental entroncada con los gustos de la época.
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