Entre 1164 y 1707 la corona de Aragón era una unión dinástica que tenía varios territorios que estaban sometidos al poder del rey de Aragón. Alfonso II es considerado como el primer rey de esta corona. Sin embargo, la corona fue creada con el matrimonio de Petronila de Aragón y Ramón Berenguer Conde de Barcelona.
Gracias a varias conquistas y matrimonios, la corona de Aragón se agrandó y tenía en su posesión Cataluña, Mallorca, Valencia, Sicilia, Córcega, Cerdeña y Nápoles.
En cuanto a Juan II, tuvo que luchar contra una insurrección muy violenta en Cataluña. Esta insurrección puso en peligro la corona de Aragón porque era un periodo de crisis económica y había también varios problemas sociales.
En 1469, después de la boda de los Reyes Católicos, la corona de Aragón fue unida a la corona de Castilla, lo que se convertiría años después en la base de la corona de España.
El fin de esta corona coincide con los Decretos de Nueva Planta (decretos establecidos para organizar los territorios de los Reinos Hispánicos).