Nadie pudo explicarlo en los primeros momentos; sin embargo, ¡de repente, el mundo azteca se convulsionó! Nevó en México-Tenochtitlán cuando llevaba muchos años sin hacerlo. Al poco tiempo, entró en erupción el volcán Popocatépetl, que había permanecido casi un siglo apagado… ¡Pero lo que más conmocionó a todos fue saber que acababa de nacer un niño con dos cabezas!
Se organizaron nuevas expediciones bélicas para obtener ungran número de prisioneros, ya que los dioses estaban exigiendo que se celebraran sacrificios humanos. Las gentes acudieron en masa a los templos; y Moctezuma no pudo dar un paso sin que le rodearan cientos de desesperado exigiendo respuestas a tanto presagio de calamidades. El concilio de sacerdotes se hallaba reunido desde hacía meses, sin ponerse de acuerdo respecto al significado de tantas malas señales.
Una tarde llegó el rey de Texcoco, al que se consideraba uno de los grandes magos de México, para contar a Moctezuma que los <<dioses le acababan de revelar que iba a perder su reino irremisiblemente >>.
Precisamente ese año, 1519, se conmemoraba la marcha de aquellas tierras de Quetzalcóatl, el único que se había opuesto a los sacrificios humanos. La leyenda contaba que subió a un barco, con el que se alejó por el Gran Lago (nombre que los aztecas daban al océano Atlántico); sin embargo, antes de partir anunció que volvería. Como su nacimiento ocurrió en el año Ce-Acatl(<<1-Caña>>), se le esperaba desde 1363 en ciclos de cincuenta dos años, uno de los cuales coincidía con 1519.
Moctezuma se hallaba tan apesadumbrado, a pesar de que se estaban arrancando cientos de corazones humanos en los altares de los templos, que se pasaba todo el día y parte de la noche rodeado de astrólogos, augures, nigromantes y médiums, ninguno de los cuales hallaba la forma de calmar a los dioses.
Porque el mayor peligro, lo inexplicado, estaba viniendo desde las costas. En 1502, un año antes de la coronación de Moctezuma, Cristóbal Colón estableció contacto con el pueblo maya. Lo hizo en su cuarto viaje. La noticia, o la versión de la misma según la perspectiva indígena, recorrió las selvas de Yucatán, atravesó las llanuras de México, supero montañas, bosques y ríos, hasta llegar a Tenochtitlán, donde sólo pudo ser interpretada como una nueva tragedia.
También tuvo un eco dramático la presencia de otros hombres blancos que habían llegado del Gran Lago en unas montañas flotantes tan resplandeciente como el sol 3. Y éstos debieron ser Martín Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís, que acababan de bordear las playas de Yucatán en un viaje de exploración. A partir de entonces fueron muchos los que fueron desembarcando, hasta que lo hicieron Hernán Cortés y sus hombres, con un intencionado propósito de conquista… ¡A partir de este momento sí que puede afirmarse que ningún monarca de la historia de los aztecas se iba a ver obligado a combatir un peligro tan terrible, de proporciones apocalípticas, como el supersticioco Moctezuma!