Antes de volverse en gran imperio, los aztecas fueron solamente una pequeña tribu dependiente de más fuerte que ellos, pero, un día, un hombre lo va a cambiar todo.
Maxtlatzin, hijo de Tezozomoc, sucedió a su padre para el trono de Azcapotzalco. Nunca escondió su odio para con los aztecas que tenían que darles nuevos impuestos. Éstos habían elegido Itzcoaltl para suceder a Chimalpopoca. Delante de la amenaza Tepaneca, Iztcoalt se disponía a reconocer a Maxtlazin como soberano absoluto de todo el valle de México. Pero en aquel momento, la intervención de Tlacaelel iba a cambiar el destino de los aztecas, de dominados a dominantes. Tlacaelel consiguió convencer a los señores aztecas de la necesidad de no aceptar la sumisión y de luchar contra los Tepanecas. Así, los aztecas se unieron a las otras tribus que se encontraban bajo el yugo de los Tepanecas. Así se unieron Tenochtitlan, Tacuba y Texcoco que formaron la Triple Alianza que van a infligir muchas derrotas a los Tepanecas hasta la caída del rey en 1428.
