Con una antigüedad de aproximadamente 3000 años, la civilización maya estuvo circunscripta al territorio del sur-este de México, actuales Guatemala, Honduras y El Salvador, fundamentalmente.
Similar a otras civilizaciones indígenas aledañas, la vestimenta maya respondió a una sectorización social, proyectando el estatus o casta de cada uno de sus miembros.
Debido a que una gran mayoría estaba dedicada a los trabajos de la tierra, el vestuario era sencillo y de carácter funcional: las mujeres usaban una falda denominada Huipil que llevaban con un manto en el torso. Asimismo, caben mencionar ciertas diferencias según la ubicación geográficas. Las mayas guatemaltecas usaban faldas largas y blusas con bordados brillantes y coloridos.
Para las zonas cálidas, los vestidos eran más livianos, sueltos, de color blanco y hasta las rodillas.
Los hombres vestían con una especie de pantalón llamado patí. De la misma manera, los habitantes de Guatemala se distinguían con preciosos ponchos bordados.
Las deformaciones corporales eran símbolo de belleza, ya sea craneal, generando un aplastamiento de la cabeza del recién nacido por cinco días a partir de su nacimiento o sometiéndolos a la desviación visual, colgándole unas bolitas en el centro de la frente a la altura del tabique de la nariz, para que fueran bizcos, los hombres llevaban el rostro y cuerpo pintado de negro hasta el momento de casarse. Una vez contraído el enlace, cambiaban al color rojo, reservando el negro anterior para las festividades religiosas.
El verdadero arte maya que los diferenciaba de otras comunidades eran los maravillosos tejidos de variados colores. En el origen, el arte de tejer conlleva un significado religioso, de allí su exotismo y colorido.
Regalo de la diosa Ixchel (Diosa de la Luna), las mujeres recibieron de ella el don del telar . En tal sentido, los símbolos con que se bordaban los géneros y prendas tenían significación sagrada.
Los tonos se lograban mediante tinturas que se hacían a partir de ciertos vegetales, minerales y, en ocasiones, animales: el rojo se obtenía de un insecto llamado Grana Cochinilla.
En ocasiones y sobre todo para las clases más altas, compuestas por el clero, los militares y los gobernantes, la vestimenta iba acompaña de importantes tocados con plumas, medallas, gemas y sandalias de cuero en los pies.
Tampoco faltaban collares, ornamentos de conchas, caracoles, narigueras, brazaletes y anillos, cuyos materiales propios eran el oro, el cuarzo y el jade.