El florecimiento de la civilización maya fue la culminación de un largo proceso de desarrollo económico, político, social y cultural, que se efectuaba desde siglos anteriores, y del cual marco de su diferencia con el resto de Mesoamérica, al haber alcanzado un nivel de perfección en los aspectos científicos y artísticos.
Muestra de ellos son los siguientes ejemplos:
- Construcción de centros ceremoniales y de basamentos piramidales, en ocasiones bellamente adornadas con mascarones de estuco moldeado.
- Elaboración de estelas y altares con personajes de inscripciones y jeroglíficas
- Adelantados conocimientos astronómicos, matemáticos y calendarios.
- Ofrendas en ricas tumbas que revelan notables adelantos técnicos de la alfarería y la lapidaria.
- El uso de la llamada “bóveda falsa”, que se generalizó y permitió la sustitución de los techos de palma por los de mampostería, ante los edificios destinados al culto, las residencias de las clases privilegiadas, y un notable avance en la escultura, el modelado de estuco y la pintura mural.
Las fuentes históricas muestran que los mayas fueron básicamente agricultores. Los sistemas de cultivo comprendieron el de roza, la construcción de canales de irrigación y el saneamiento de zonas pantanosas. Practicara la recolección vegetal y casaban en selvas, montes, litorales y orillas de esteros.
La iconografía maya, la escultura, el modelado, la pintura y la alfarería confirmaron la existencia de una marcada división social. La sociedad se dividió en tres clases bien definidas. La cúspide fue ocupada por el rey Uinic.; jefe del estado, tanto religioso, civil y militar. A la clase superior, la nobleza, se pertenecía por nacimiento y las personas se vinculaban por linajes. Por último, la clase plebeya agrupaba a toda la población.
La región maya estuvo dividida probablemente en estados independientes. Cada uno de ellos estaría dirigido por un gobierno central, con sede en la ciudad más importante, que eran centro político y religioso.
Entre los grandes centros ceremoniales mayas del período clásico destacaron:
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Tikal
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Copán y Quirigua
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Bonampak
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Palenque