Giovanni de Medicis, segundo hijo de Lorenzo el Magnífico y de Clarice Orsini, fue investido como papa con el nombre de León X en sustitución del fallecido Julio II. Nace en Florencia el 11 de diciembre de 1475 y muere en Roma el 1 de diciembre de 1521. Su carrera eclesiástica fue precoz y fulgurante. Con siete años recibió la tonsura, con sólo ocho ya era nombrado arzobispo de Aix y a los trece asumió el rango de cardenal. Era un príncipe florentino, amigo de las artes y de la caza, y muy generoso a la hora de repartir gracias y mercedes. Su corte era completamente secular y en política exterior llevó a cabo el peligroso juego de instigar a Francia a enfrentarse contra el Imperio y viceversa. De sus relaciones con Francisco I destaca el Concordato de Bologna y con el Imperio su intervención en la elección al trono imperial, apoyando primero a Francisco para luego pasar al bando de Carlos I.
En 1517 sufrió un intento de asesinato por parte de un complot de cardenales, liderado por el cardenal Petrucci, que será ajusticiado tras ver frustrada su empresa. Según Wesel, León X dio un gran impulso al Estado Pontificio y lo convirtió en una gran potencia política, asumiendo la conducta de un monarca más que la del obispo de Roma. En lo religioso, convocó el V Concilio de Letrán de 1517 y firmó las bulas de condena y excomunión de Lutero en 1520 y 1521. También destacó por el impulso que dio a la construcción de la basílica de San Pedro gracias a la promulgación de indulgencias, que tanto impacto tendría en Lutero. Murió en Roma en 1521.
Fotografía: https://blogs.ua.es/reformaiglesia/2010/12/21/leon-x/