El término “revolución Gloriosa” es un término de la historiografía inglesa pero constituye y representa al formación de las “reglas del juego” de los sistemas políticos actuales junto a la revolución americana y la revolución francesa. Este cambio de dinastía sentó las bases del sistema ingles y que disponía que el predominio parlamentario sobre el rey.
Antes de 1688 Guillermo ya tiene planificada la posibilidad de optar al trono inglés y no es
algo fácil ya que hay un problema de legitimad ya que realmente él sería rey consorte. Esto tendrá que sancionarse de alguna manera y esto será una precedente. Para la preparación se hacen una gran fuerza militar y también se prepara el terreno políticamente.
Tras llegar apenas encuentran resistencia, ya que el ejército de Jacobo II no responde por que él no puede mantener en pie al ejército ya que el parlamento niega los fondos y Jacobo no tenía los suficientes recursos para subsanarlos. Jacobo II es capturado y Guillermo lo saca del país. Para legitimar a Guillermo se hace una asamblea constituyente (Parlamento convencional). Esta asamblea tiene que solucionar tres problemas, el primero el constitucional el segundo el religioso y el tercero el dinástico.
En el problema dinástico los Toris creen que Jacobo debe regresar pero fuera del catolicismo, mientras que la otra facción dice que han de apostar por la legitimidad dinástica y considerar que Inglaterra ha dejado de tener rey ya que ha huido y se considera que no solo es una abdicación sino una muerte civil. Por ello el mecanismo de sucesión puede actuar y se busca la linea de María, hija de Jacobo II.
Otra posición es la linea de los wighs que dice que un parlamento en representación del pueblo tiene la competencia para establecer el monarca y no se pone trabas a que María sea reina. Se hace un acuerdo entre wighs y toris y establecen una cámara que reconoce la sucesión en María. Guillermo exigirá taxativamente no ser rey consorte sino rey de pleno derecho y se le concede.
En el problema religioso se aceptan las tesis de los Toris aprobando una ley de indulgencia
muy limitada y que permite el ejercicio religioso con exclusión de la católica y manteniendo el Test Act por el que se excluyen a los no anglicanos de cargos públicos y militares.
Todo esto se contempla como el fracaso del absolutismo en Inglaterra. Los Conservadores
harán prevalecer el programa de política religiosa como verterbrador social y los Whigs establecen la supremacía del parlamento. Se instauran unas “reglas de juego” político caracterizada por la alternancia entre poder y oposición. El sistema es un sistema pactista.