Por último dejamos una entrevista realizada al historiador por el periodista Juan Laorga en la Universidad de Miguel Hernández:
Miguel Ors Montenegro (Elche, 1956) lleva treinta años estudiando la memoria histórica de Elche a través de los documentos orales que ha conseguido entrevistando a más de 200 personajes que participaron de manera directa o indirecta en la Guerra Civil.
Su conocimiento en la materia le ha hecho escribir varios libros y ha dirigir la Cátedra Pedro Ibarra, que se dedica a fomentar e impulsar la investigación de la historia de la ciudad de Elche.
Además de su trabajo como historiador, Miguel Ors, también saca tiempo para dar clases de historia del periodismo en la Universidad Miguel Hernández. En el pasado ha sido concejal en el Ayuntamiento de Elche.
Pregunta. Recuérdalo tú, recuérdalo a otros de Ronald Fraser le influyó bastante a la hora de empezar a investigar sobre la historia de Elche. ¿Cómo es ese libro?
Respuesta. Un editor del New Yorker le propuso a Fraser que escribiera sobre la Guerra Civil española. Entonces, Fraser se dedicó a viajar por toda España a finales de los 60 y principios de los 70, pocos años antes de morir Franco, entrevistando a gente normal y corriente, para saber cómo habían vivido la guerra.
El impacto de ese libro fue que mucha gente empezó a saber lo que eran las fuentes orales, en España. Así, los jóvenes investigadores vimos el filón de acercarnos a la guerra mediante fuentes orales. Además en los años 80 había muchos testimonios, hoy en día solo quedan los niños de la guerra.
P. Lleva más de 30 años trabajando en la memoria histórica de la provincia de Alicante. ¿Sigue con la misma ilusión que al principio?
R. Sí. Mi primera entrevista fue en el 83 y la última hace un par de semanas, no me canso. Crea cierta adicción, si entrevistas a una persona mayor sabes que no vas a perder el tiempo, que siempre vas a aprender algo y siempre encuentras algo, aunque no sea lo que buscas. Le acabas haciendo la autobiografía a alguien que por falta de oportunidad, tiempo o ganas jamás lo habría hecho.
P. ¿Algún personaje, de los que ha entrevistado, le ha llamado especialmente la atención?
R. Muchos. En realidad, me impactan la inmensa mayoría. Cuando te cuentan la tragedia que vivieron en la juventud, que la llevan interiorizada, es normal que la gente se ponga a llorar recordando esos episodios del pasado.
Podría contar muchas historias, pero me acuerdo de un militar alicantino que era brigada y tocaba la corneta en un regimiento de Alicante, y por estar en el bando que perdió la guerra dejó de ser militar y fue a la cárcel. En la cárcel de Alicante su hija murió de inanición. Cuando pidió permiso para ver el cuerpo de su hija se lo denegaron, y cuando yo le entrevisté me dijo “Ponme la grabadora cerca que quiero que se oiga bien”. Nunca olvidaré ese momento de mi vida.
Aunque, si tengo que elegir entre hombres y mujeres, me quedaría con los testimonios de las mujeres. Piensas que los que han tenido más protagonismo y han hecho la guerra son los hombres, pero las mujeres han sufrido en silencio, en la retaguardia y siempre tienen mucho que contar.
P. ¿Hay algún relato que no haya conseguido y que le hubiera gustado tener?
R. En 30 años alguna vez me han negado la entrevista, aunque no suele pasar. Si te la niegan suele ser porque ocultan algo: un torturador o un asesino. También he descubierto el miedo atávico que hay en España después de tantos años de dictadura, cuando entrevistas a alguien de 80 años que te dice “Yo deserté, a ver si va a pasar algo si hablo”. No entiendo esos miedos, pero aparecen en los testimonios.Los que sí te niegan más sus palabras son la gente de derechas y extrema derecha. No conozco a un comunista que te diga que no. También recuerdo a un anarquista que me dijo que no por lo mal que lo había pasado en la vida.
P. Y eso que hablar de malos momentos del pasado suele servir de desahogo.
R. Sí. Las entrevistas tienen un efecto terapéutico. La gente llora, pero cuando pasan dos horas se encuentran mejor que antes, agradecen que les hayas escuchado. Es una manera de soltar los demonios que uno tiene dentro.
P. Este trabajo de investigación también lo está llevando a cabo en la Cátedra Pedro Ibarra. ¿En qué consiste?
R. Es un proyecto fascinante que consiste en hacer una memoria digital de Elche. Me estoy convirtiendo en un historiador digital en contra de mi voluntad. Antes era analógico y ahora he descubierto, y estoy encantado de la vida, que haces una biografía el lunes, metes la pata, y el martes lo puedes arreglar, cosa que con los libros no puedes hacer.Además, el hecho de hacer historia y que la gente lo pueda consultar al momento en facebook o en twitter, que tenemos conectados con nuestra web, es muy interesante, la gente puede participar de manera muy activa.
P. ¿Qué clase de documentos recogen?
R. Hasta ahora hemos introducido 2800 biografías y una memoria gráfica de más de 3000 fotos. Estamos intentando meter todo el cine que se ha rodado en Elche y todos los documentales sobre la ciudad, aunque todavía no tenemos demasiados. Hace poco recibimos una película de un coleccionista holandés, es muy interesante.
Cada día nos llegan más documentos, en tres años hemos hecho un trabajo muy útil para la ciudad, espero que en el futuro este archivo sea mucho más amplio.
P. ¿Qué documentos de los que reciben les interesan más?
R. Todos. La historia de un conserje de una comunidad nos interesa tanto como la del presidente, si tienes el documento de ese conserje es historia. Cada vez que vas a una casa encuentras un tesoro, por ejemplo la típica caja de hojalata donde la gente mayor guarda sus recuerdos también es historia.
P. ¿Cree que es suficiente el apoyo de la Universidad Miguel Hernández a este proyecto?
R. Estoy muy contento porque la Universidad está haciendo algo muy útil para la ciudad. No entiendo cómo en otras universidades, Alicante o Alcoy, no se hace lo mismo. Deberían hacerlo, además cuanto más tarden en empezar es peor, porque se tardan muchos en años en recoger todos estos documentos.
Creo que es un buen trabajo para los licenciados en periodismo. A ellos les enseñan cómo documentar, lo que sería crear una despensa, que puede ser de muchos temas: deporte, política, economía…
P. ¿Ve a los jóvenes involucrados en el proyecto?
R. Hay muchos chavales que les interesa, estamos dándoles becas, no es que sean grandes cantidades de dinero, pero es algo. Este trabajo les sirve para tesis doctorales o para proyectos concretos.
P. ¿Consiguen algún beneficio económico con este trabajo?
R. No es un negocio, el problema es que trabajamos gratis, el objetivo es compartir mediante la web. Si trabajas para la Universidad te puedes permitir el lujo de dedicarle más tiempo. Pero la compensación no es económica, es el estímulo que te produce la participación de la gente, ver cómo se involucran. Cuando nace el proyecto nadie le presta atención pero luego la gente envía fotos, vídeos, documentos, te corrige…
P. También es profesor en la UMH. ¿Es fácil compaginar todas estas tareas?
R. Es lo propio. Forma parte de la vida del profesor universitario. Si no investigáramos, no seríamos profesores universitarios.
Es muy fácil de compaginar, además ambos trabajos se complementan. Lo que haces fuera de la universidad también lo puedes usar dentro de tu trabajo como profesor.
Como he dicho antes, compensa mucho este trabajo, ya sea por el interés mostrado por la gente que disfruta de tu trabajo, como por los estudiantes.
Os dejamos la página del blog donde se encuentra la entrevista: Entrevista a Miguel Ors
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