Sí, eso es lo que soy… otro alumno más…
Otro alumno más que se ha cruzado con excelentes profesores de los que guardo un magnífico recuerdo, que tenían ganas de ver cómo los chavales evolucionaban, que se ilusionaban enseñándote, que querían verte desarrollar todo tu potencial exigiéndote más cada día. Pero a la vez también he sido otro alumno más que ha disfrutando riéndose en clase, pasándolo de miedo en el instituto, jugando a las cartas en clases de geografía con el profesor delante, haciendo exámenes de historia con el libro encima de la mesa con el profesor presente, haciendo los deberes en los últimos 10 minutos de clase para luego tener la tarde libre (y daba tiempo, eh), … ¿Cómo lo veis? Porque en su momento me parecía muy divertido la verdad. Pero resulta que también se puede ver desde otra óptica:
Soy otro alumno más que no está contento con su nivel de inglés al salir del instituto (habiendo cursado inglés durante ¡8 cursos!), que no está contento con su nivel de historia y geografía porque piensa que podría ser mucho más elevado, que ve el Informe Pisa y se deprime…
Es evidente que la educación también se recibe en casa, pero resulta que pasamos en clase 1/3 de nuestro día así que a lo mejor habría que cambiar algo en las aulas.
En el otro extremo está Finlandia (aquí os dejo un artículo muy interesante), país en el que el 94% de los niños finalizan la educación obligatoria (aquí no llegamos al 70%). A lo mejor tiene algo que ver nuestro modelo, que apenas tiene incentivos para alumnos y profesores (únicamente depende de la curiosidad que lleva al alumno a aprender y de la integridad y responsabilidad del profesor que trata de sacar dicha curiosidad a la luz). Algo irá mal cuando el sistema educativo depende de estas variables que no miden los informes de educación (lo que sí miden es que España gasta en educación un 4,4% de su PIB frente al 5,1% de la media de países de la OCDE).
Pero bueno, ya somos mayorcitos para tanta queja, ¿verdad? A estas alturas está claro que depende únicamente de uno mismo el seguir aprendiendo. Pero la verdad es que hubiese agradecido mucho salir de bachillerato con más idiomas al igual que mis compañeros Erasmus, porque no creo que los españoles seamos más lentos para aprender idiomas que los europeos, pero quizás “los mayores” que hacen las leyes y las políticas educativas sí que lo son… sólo quizás.
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2 responses to “Producto de la ESO”
aquí otro producto de la ESO, y totalmente de acuerdo contigo. Aunque yo no hacía esas cosas que comentas, ni me fugaba las clases (cosa rara hoy en día) como comentas mi nivel en historia, lenguaje, matemáticas, etc….en general de todo, no es el que tendría que haber tenido. Mi hermana que hizo BUP y COU y la EGB de toda la vida, me da mil vueltas en muchas áreas y nuestras notas han sido iguales.
He leido en los periódicos que quieren bajar el nivel para bajar el fracaso escolar…yo digo que será para retrasar el fracaso…si acaso.
Ah, también leí en la misma noticia comentarios de padres con hijos pequeños que decían que a sus hijos les mandaban muuuchos deberes…y yo pienso…para qué? si cuando lleguen a la ESO van a tener mucho tiempo libre y no habrá servido de nada tantos deberes.
Cuando vi el programa Curso del 63 vi reflejado los problemas y posibles soluciones, aunque no tan tan 63, pero sí que habría que volver por lo menos a niveles de los ochenta.
Al igual que tu, no creo que la solución sea bajar el nivel. Me parece increíble el modo tan descarado en que nos muestran la visión cortoplacista, a la vez que egoísta, día a día con noticias como las que comentas.
Por cierto, para ver alguna diferencia dejo un comentario de la Presidente de Finlandia Tarja Halonen: “fuerte inversión en educación (6% del PIB sin contar investigación), transparencia en el gobierno y fidelidad partidaria. Es muy importante tener el coraje de preservar los recursos para la educación básica.”