¿Qué recomendaciones nos hace la OCDE?

Hace bien poco, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, estuvo en Madrid tratando de explicar la situación actual y discutiendo con los líderes políticos las claves de la economía mundial.

Sus primeras palabras fueron, al igual que el consenso actual,  que lo peor ha quedado atrás. Que la mayoría de regiones han pasado la peor crisis financiera y económica desde 1929 y que muchas de ellas están empezando a mostrar signos de recuperación. Pero hay que decir que ésta es bastante modesta, lo que no permite recuperar el empleo.

Como estamos escuchando estos últimos meses en boca de casi todos los líderes políticos, los esfuerzos que han realizado los gobiernos (más keyneasianos que nunca) llevan un tiempo dejando números preocupantes tanto en el déficit público com en la deuda pública, lo que a largo plazo puede tener consecuencias muy negativas para un país (como que te bajen el “rating”, lo que va ligado a un aumento de los tipos de interés que los países prestamistas exigen a los prestatarios). Un dato, según la OCDE, la previsión del déficit público español para 2009 será del 11,4% del PIB.

Sin embargo, Ángel Gurría, tras comentar lo expuesto arriba (que no causó ninguna sorpresa) también comentó que “más vale que sobre que no que falte” posicionándose al lado de economistas como Paul Krugman (Premio Nobel de Economía en 2008 y columnista del New York Times) que desde que comenzó la crisis llevan exigiendo que no se dude a la hora de aumentar el gasto público y que opinan que es mejor retirar los estímulos tarde (a pesar de poder causar inflación) que no antes de hora (lo que provocaría que la producción volviese a caer). Dilema complicado.

Aquí comentar que el Gobierno ha presentado un plan de austeridad de 50 mil millones de Euros (en cuatro años) que constituye un paso significativo para alcanzar el objetivo de un déficit presupuestario del 3% en 2013.

El secretario general de la OCDE presentó como los principales desafíos de la economía española los siguientes:

1) La economía española  se ve amenazada por una pérdida de competitividad en los últimos 10 años.

2) La productividad de la mano de obra ha crecido muy modestamente en esta década.

3) El enorme problema del paro, con un nivel de  desempleo que alcanza ya al 19% de la población activa y pone a España a la cola de Europa.

4)Siguiendo con el desempleo, remarcar que el desempleo entre los jóvenes supera ya el 40%.

Los dos últimos puntos son de tal magnitud que dejan perplejo, sólo al pensar que casi la mitad de los jóvenes que desean trabajar no pueden… y si a esto le sumamos las consecuencias que tendrá sobre nuestro sistema de pensiones (que ya de por sí tiene un futuro complicado por el envejecimiento de la población)… da para más de un post.

Por todo ello, Ángel Gurría es otra autoridad más que nos advierte de la necesidad de realizar una reforma laboral. Aquí sus palabras:

“El mercado laboral español debe ser más dinámico. En el momento en que se consolide la recuperación, la relajación de las prestaciones excesivamente proteccionistas de las que disfrutan los trabajadores fijos podría generar el impulso necesario para  crear más empleo y reducir la dualidad que caracteriza al mercado laboral español. Hoy la excesiva protección de los empleos existentes conspira contra la contratación de nuevo personal.”

¿Cuántas veces hemos escuchado esto? Pero esto supone tocar la base de nuestro sistema, puede suponer un cambio sustancial que mucha gente no está dispuesta a aceptar.

Cuando comencé mis estudios en la Universidad nunca pensé que volvería a ver tasas de desempleo cercanas al 20% en mi propio país. También he de decir que siempre he sido partidario de las reformas y en este caso estoy convencido de que hay que apretar los dientes y tirar para adelante. Sólo de esta manera iremos construyendo un país mejor, no podemos permitirnos el lujo de ser siempre los que más empleo destruimos, pero también digo que, en mi opinión hay que hacerlo con mucho mucho cuidado.

Otro punto a resolver sería el del mercado inmobiliario y es que actualmente se calcula que las viviendas nuevas sin vender suman entre 600.000 y 1 millón de unidades. Á.Gurría comentó lo siguiente en este punto:

“La reducción planificada de los apoyos fiscales para las viviendas ocupadas por sus propietarios, por ejemplo, es un paso positivo. Estas medidas podrían dinamizar el mercado de alquiler y fomentar una mayor movilidad que, a su vez, contribuya al propio ajuste del mercado laboral.”

Para terminar, quería dejar la frase que más me gustó de todo su discurso:

“En comparación con otros países de la OCDE y de la UE, el peso de la deuda es todavía moderado (un 55 % del PIB en 2009), la presión fiscal modesta y el sector financiero es solvente: el Estado español no tuvo que gastar dinero en ayudas a la banca. Dicho esto sí se deben adoptar medidas para detener el rápido incremento de la deuda pública y garantizar su sostenibilidad a largo plazo, combinando la consolidación de las finanzas públicas y las reformas estructurales. ”

Creo que está en lo cierto.


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