Buenas de nuevo. Hoy me gustaría comentar un capítulo del último libro de Paul Krugman: The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008. Es el libro que estoy leyendo actualmente y la verdad es que resulta muy interesante.
El capítulo del que os hablo es sobre la historia reciente de la segunda economía del mundo, Japón. En él, P.Krugman comenta cómo la economía nipona ha pasado por un estancamiento económico que ha durado más de diez años. Esto sorprende porque se trata de una economía desarrollada, con trabajadores muy cualificados y dispuestos a trabajar duro, con un know-how tecnológico impresionante y con un gobierno al que no le cuesta demasiado recaudar los impuestos. A todo esto hay que añadir que se trata de una economía que no depende del ahorro extranjero sino que presta capital a otras naciones.
Para empezar habría que destacar el gran cambio que experimentó en tan solo dos décadas, desde 1953 a 1973 (durante los sesenta creció al 9% anual), donde pasó de ser una economía básicamente agrícola a ser el primer exportador mundial de automóviles. A partir de 1975 y hasta 1990 Japón creció a un ritmo menor (4% anual) pero todavía muy bueno.¿Cómo es posible que este país haya sido el creador del término “década perdida”?
En el año 1990, el valor total de las acciones de todas las compañías de Japón era incluso mayor que el de EE.UU. (nación que tiene una población del doble de la japonesa y más del doble de PIB) lo que ya nos da indicios de la burbuja que estaba comenzando. Esto se reflejaba en el famoso ejemplo: el Palacio Imperial de Tokio era más caro que todo el estado de California. Con estos dos datos podemos comprobar los dos tipos de burbuja que Japón nos mostraba: la del valor de las acciones y la inmobiliaria.
Una vez la burbuja explotó, las autoridades japonesas se dispusieron a bajar los tipos de interés incluso a 0 (como hemos visto que sucedió con la economía estadounidense para responder a la actual crisis), es decir, una política monetaria ultraexpansiva. Pero estas políticas no vinieron solas, durante los 90 estuvieron acompañadas de diferentes paquetes de estímulo económico (otro nuevo punto en común con las respuestas actuales a la crisis financiera del 2008). Estas políticas keynesianas hicieron que Japón pasara de presentar un superávit fiscal en 1991 del 2,9% del PIB a un déficit público del 4,3% del PIB en el año 1996.
Pero es que la economía nipona también se enfrentaba al problema que comienza a tener el mundo occidental: el envejecimiento de la población (baby-boom seguido de baby-bust). Esto último, unido a la preocupación que presentaba el Ministro de Finanzas sobre el estado de las mismas en el largo plazo (por el déficit que venían presentando), hizo que se aumentaran los impuestos en el año 1997.
Aquí me gustaría comentar las similitudes con las respuesta española a la crisis económica que hemos experimentado (y de la que parece va a costar salir). En España también hemos tenido una burbuja inmobiliaria, también tenemos el gran problema del envejecimiento de la población, también hemos adoptado políticas fiscales ultraexpansivas (pasando del 1,7% PIB de superávit al 10% PIB de déficit público en 2009) y también se van a subir impuestos para poder reducirlo al 3% en 2013. En mi opinión, creo que era necesario una política fiscal expansiva pero no estoy de acuerdo en cómo se ha hecho. Además, también pienso que se ha anunciado demasiado pronto la subida de impuestos con lo que el efecto no ha sido aumentar el consumo.
Volviendo a Japón, en el año 1998 tuvo que volver a realizar más estímulos fiscales porque la economía se había vuelto a hundir y sinceramente creo que es lo que pasará en España ya que aquí ni siquiera estamos viendo tasas de crecimiento positivas. Con dichos paquetes de estímulo la economía japonesa llego a presentar un 10% de déficit público y una deuda pública del 100 % del PIB (mucho mayor que la actual española). Todo estos número hasta el momento habían estado asociados sólo a economías latinoamericanas con riesgo de hiperinflación, pero este no era el caso de Japón.
Otro hecho a destacar es que para reactivar la economía, la opción que tenían los japoneses era rescatar a la banca (bala que ya se ha utilizado en muchísimos países) con lo que se empleó un plan de 500 mil millones de $ para el rescate de la misma.
Finalmente decir que la recuperación por fin llegó a Japón en el año 2003 cuando se creció alrededor del 2% y se redujo el desempleo. En ese momento, sin haber signos de inflación, la deflación no afectaba al crecimiento. ¿Cómo se produjo entonces dicho crecimiento? Después de haber probado todo tipo de medidas económicas, el verdadero impulsor de Japón fue EE.UU. y es que gracias a las exportaciones se consiguió abandonar la fatídica década. El gran déficit comercial que presentaba EE.UU. era consecuencia de la gran cantidad de bienes manufacturados que importaba de Japón, pero especialmente de China. Pero indirectamente Japón también se beneficiaba de esas exportaciones Chinas ya que muchos de los bienes manufacturados chinos contenían componentes japoneses. Decir aquí, que Japón actualmente tiene los tipos al 0,1% con lo que no le quedan demasiadas balas en la recámara para afrontar futuros problemas.
Una última cuestión. ¿Pensáis que al igual que Japón, la salida de la crisis española podría basarse en las exportaciones? Creo que sé la respuesta con lo que deberíamos ir cambiando ciertas cosas, ¿no creéis?