Muy buenas. Hacía tiempo que no escribía… pero vuelve a comenzar el curso y apetece ponerse las pilas. Otra cosa que me ha motivado a retomar el blog es haber estado leyendo a José Carlos Diez, la verdad es que tiene un blog que se está convirtiendo en uno de mis favoritos.
Este verano he estado leyendo un libro que compré en Estocolmo, a falta de veinte minutos para abandonar la ciudad entramos a una librería y quería gastarme las últimas coronas suecas en uno de los dos libros que ha escrito Barack Obama, “The Audacity Of Hope”.
Comentar primeramente que Obama escribe en él dando su clara opinión sobre diferentes temas y siempre buscando el punto medio, sabe sacar los puntos positivos pero también ver los negativos. El tema que hoy quería comentar viene referido a su capítulo “Opportunity” en el cual habla del NAFTA, del CAFTA, de la educación en su país y también, por supuesto, de los impuestos.
Quería destacar ciertos comentarios que salieron a la luz en la charla que mantuvieron el inversor W.Buffett y B.Obama.
En ella el tema que trataron era sobre la política impositiva llevada a cabo en aquel momento en el que Bush estaba en el poder, seguro que recordáis la bajada de impuestos que propuso el 43er presidente de EE.UU. Ésta recayó sobre la clase más alta, con el argumento conservador de que si bajaban los impuestos a los más pudientes finalmente éstos crearían más empleo ya que invertirían más dinero.
Pues bien, ojo al comentario de Buffett en aquel entonces: “A pesar de que nunca he utilizado los paraísos fiscales y que nunca he tenido un asesor fiscal, después de considerar los impuestos sobre la nómina (el IRPF) que cada uno pagamos, calculé que acabaré pagando este año una tasa efectiva menor que la de mi recepcionista. De hecho, estoy bastante seguro de que pago una tasa más baja que la del americano medio. Y si el presidente sigue por su camino, acabaré pagando todavía menos”.
Obama puntualiza que esto viene provocado por que casi toda la renta de los estadounidenses más ricos proviene de dividendos y ganancias de capital que desde 2003 están gravadas al 15% mientras que el salario de la recepcionista está gravado a casi el doble.
Buffett opina que el libre mercado es el mejor mecanismo para asignar recursos eficientemente y de forma productiva pero a la vez dice que este liberalismo económico no es tan bueno cuando se trata de distribuir la riqueza que se ha generado de una forma justa. Este punto es fundamental si queremos que las próximas generaciones tengan de nuevo todas las oportunidades ante sí para poder llegar tan lejos como quieran pues necesitarán mejores escuelas, mejores universidades, carreteras, etc. y éstas requieren grandes sumas de dinero.
Buffett y Obama, de nuevo personas que se mueven en el punto medio de la batalla ideológica entre mercado y estado. Donde a mí me gusta estar.