El preventorio se hizo famoso en 2002, cuando el investigador Pedro Amorós publicó un artículo sobre los supuestos fantasmas de la dama blanca cuyo espectro se aparecía en el espejo que había en el rellano situado entre la segunda y la tercera planta y el del monje de la escalera, cuya figura aparece presuntamente en una fotografía con un bebé en brazos. A partir de entonces el enclave comenzó a recibir numerosas visitas, algunas de personas interesadas en los fenómenos paranormales, otras de simples curiosos y la mayoría de vándalos, lo que generó cierto malestar en Aigües de Busot.
Presuntos fantasmas que aparecen reflejados en espejos, damas blancas, rostros que miran desde la nada, sombras en los pasillos y voces insólitas, entre otros fenómenos inexplicables, han sido asociados a este inmueble.
Cuenta la leyenda que una Dama blanca se aparecía a algunas personas reflejada en el espejo al que se llegaba al subir las escaleras que conducían a la primera planta. algunos decían que la Dama blanca reía y lloraba al mismo tiempo y otros que si la dama reía significaba que todo iba bien mientras que si su mueca era de sollozo significaba que algo malo iba a suceder.
Algunos identifican a esta dama blanca con la primera esposa que había tenido el conde de Casas rojas, antiguo propietario del balneario, las villas, los terrenos adyacentes y las aguas. Se trataba de la joven Victoria Rosado y Sánchez-Pastor, a quien el pintor Julio Romero de Torres pintaría en su retrato de la Condesa de Casas Rojas. Señalar como curiosidad que los condes de Casa Rojas eran los bisabuelos del alcalde de Madrid Ruiz-Gallardón.
Los supuestos hechos trágicos que ocurrieron durante el tiempo en el que el edificio fue preventorio son, seguramente, el germen de la leyenda y, a pesar de que hay testimonios de antiguos pacientes que recuerdan su estancia allí con una sonrisa, otros afirman que sufrieron malos tratos.