La Armada Invencible

Haciendo memoria de todo lo ocurrido; Inglaterra había sido desde el reinado de los RRCC, aliada de la Corona española frente a Francia. El primer matrimonio de Felipe II fue con María Tudor, reina de Inglaterra y católica, pero al  morir sin descendencia, como hemos nombrando anteriormente, subió al trono su hermanastra Isabel en 1558. Isabel I de religión anglicana, apoyó a los protestantes de Flandes y, deseosa de competir por el dominio Atlántico y el control del comercio americano, protegió a los corsarios (los ingleses Hawkins y Drake) que atacaban constantemente a los barcos españoles; eran barcos privados que navegaban con autorización de su gobierno y se dedicaban a saquear y atacar barcos (mercantes) de países enemigos; estos atacaban las posesiones españolas en las Indias y a las flotas con metales preciosos que surcaban el Atlántico; más tarde, con la llegada de la Armada Invencible, estos corsarios pasaron a almirantes de la flota inglesa. Esta fue una de las causas por las que Felipe II decidió enfrentarse a Inglaterra, ya que estaba cansado de los terribles ataques de “piratas”, que eran aliados de Inglaterra, y está a su vez no hizo nada para evitar estos hechos. Así que dispuso y preparó una gran flota para atacarla, La gran Armada Invencible. Otra de las causas también nombradas fue la condena y ejecución de María Estuardo, y la restauración del catolicismo.

En mayo de 1588, la Armada partió de Lisboa, con 130 buques, 8000 marinos y 20000 soldados. Las naves eran grandes galeones, más indicados para los viajes a América que para las aguas del mar del Norte.

La operación de desembarco de tropas españolas en Inglaterra fue diseñada por el propio Felipe II. Su fracaso se debió a la falta de coordinación entre las tropas de tierra, ubicadas en Flandes al mando de Alejandro Farnesio, y la flota, que carecía de un puerto adecuado para refugiarse. Además, los buques ingleses eran más rápidos y disponían de cañones de mayor alcance. Hay que añadir a estos efectos las constantes tormentas que dificultaron el avance de la flota en el canal de la Mancha. Tras su derrota, los barcos regresaron a la península dando la vuelta a las islas británicas, y muchos buques se perdieron. Tras esta derrota los ingleses afianzaron aún más en su fe protestante.

El impacto del fracaso fue sobretodo psicológico y político, pues el potencial militar y naval español apenas quedó dañado. Los ingleses, por su parte, emprendieron diversas acciones de represalia asaltando ciudades costeras en la península (como Lisboa, Cádiz…) y en las Indias. Se perdieron  a su regreso, cerca de 100 navíos, 20000 hombres y 40 millones de ducados. Fue un completo desastre y la Invencible regresó diezmada y vencida.

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