Cuándo murió Fernando el Católico en 1516, Carlos (hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso) heredó las coronas de Aragón y Castilla. Tras la muerte de su abuelo Maximiliano I, el emperador, Carlos trabajó para convertirse en el siguente emperador.
Después de ser nobrado emperador, las missión primaria de Carlos fue proteger y mantener sus territorios contra la amenaza tuca y, al mismo tiempo, aislando a Francia.
Carlos reinició la red protectiva de ciudades en el norte de África como Túnez, Melilla, Oran, et cetera, y implemento como almirante de su fuerza naval el famoso Andrea D’Oria.
Tanto en el Mediterráneo como en Hungría, Carlos y sus fuerzos combatieron, primariamente, las fuerzas del gran sultan Solimán el Magnifico. Bajo Carlos, la monarquia tuvo algunos desastres militares como el sitio de Mohács, de Préveza, y otros, pero luchó constantamente conta la posesión completa del mar de los turcos en el sitio de Malta.
Su hijo Felipe II continuó su proceso de cambio, y últimamente terminó la época de superioridad naval del imperio Otomano.
Véase también: Felipe II, el Sitio de Malta, la toma de Mohács, Solimán el Magnifico
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