Nunca he tenido claro donde ve la gente el arte en el “arte del toreo”, ni por qué motivos les gusta ir a sentarse en unas gradas de piedras durante unas dos o tres horas, pero bueno, para gustos los colores o eso dicen. Monóvar siempre ha tenido desde tiempos inmemoriales su plaza de toros, la cual abandonó durante muchos años, hasta que llegó una escuela-taller de empleo y puso a unos cuantos ciudadanos a restaurarla. El resultado fue la llamada actualmente La Joya del Vinalopó (aunque yo aún no la he visto, la joya digo). Pues bien, todos los años, durante las fiestas patronales del pueblo celebradas en Septiembre y más concretamente el día 9, se celebra una monumental corrida en la susodicha. No se que pensareis vosotros, pero a mi me dicen de ir a una corrida monumental y se me pasan otras cosas por mi mente calenturienta. Ahí queda dicho todo.
Deja un comentario