los costes de la ósmosis inversa

Para implantar una desaladora por ósmosis, se deberá incurrir en unos costes de implantación, atendiendo a cómo se generan en el tiempo, podemos distinguir entre los costes de capital, que son aquellos que solo se generan una vez, en el momento de la inversión, y por otro lado las cargas anuales, que hace referencia a cuanto costará el mantenimiento de esta desaladora cada año. Si hacemos una valoración financiera, los impuestos como el IVA no quedarían incluidos, ya que el Estado los recupera. Los costes de una desaladora de ósmosis inversa, los vamos a descomponer según su orden en el proceso del siguiente modo:

–              Costes de la captación de agua de mar. Son los relacionados con la toma del agua que vamos a desalar, en este sentido existen diversos métodos para captar el agua, en función de cual utilicemos variaran los costes de captación, y lo que es muy importante remarcar es que también variarán en función de estos, algunos de los costes de los siguientes pasos del proceso, como por ejemplo los de pretratamiento[1].

–              Los costes de los pretratamientos, son los derivados de los tratamientos físicos y químicos que es necesario aplicar al agua captada, para adecuarla a la calidad mínima requerida para el proceso. Esta parte del proceso es necesaria, ya que si enviamos directamente el agua captada a las membranas de ósmosis inversa, estas se verán dañadas y deberán ser repuestas en un plazo breve de tiempo, esto se debe a que el agua captada, bien sea de mar o salobre, contiene componentes que pueden afectar a la eficiencia de funcionamiento de las membranas.

–              Costes de el bombeo de alta presión y de recuperación de energía. El siguiente paso, una vez realizado el pretratamiento, es impulsar el agua a la presión necesaria, para esto se utilizan bombas de alta presión. El consumo energético necesario para llevar a cabo este proceso es muy elevado, es por esto, que para reducir estos costes, se utilizan sistemas de recuperación de energía con el objeto de reducir la energía externa a aportar mediante las bombas de alta presión.  

–              El siguiente de los costes siguiendo el orden de el proceso, es el del tratamiento del agua por ósmosis inversa. En esta fase el agua debe de recorrer unos tubos de presión, distribuidos en bastidores, en el interior de los cuales están las membranas. En este proceso se obtiene por una lado el agua desalada (después del permeado) y por otro el rechazo, es decir, la salmuera. Los costes de esta etapa del proceso de desalación, son los ligados al mantenimiento de las membranas, lo que dependerá a su vez de la calidad del agua que estamos tomando y del proceso de pretratamiento que le apliquemos.

–              Costes del proceso de postratamiento. Una vez realizada la ósmosis inversa, propiamente dicha, obtenemos un agua con una salinidad mínima, sin partículas en suspensión y sin microorganismos. Dependiendo del uso que se le vaya a dar al agua que hemos desalado, tenemos que realizar una serie de tratamientos posteriores a la propia desalación, de forma que el agua cumpla con los requisitos de la legislación vigente y con las exigencias técnicas para el uso al que va destinada.

–              Costes de almacenamiento e impulsión del permeado. Para poder distribuir el agua que hemos producido, entre sus futuros consumidores, debemos construir por un lado los depósitos o embalses de almacenamiento necesarios para regular el suministro y por otro lado los grupos de impulsión y conducciones del agua para que llegue a los distintos puntos de entrega.

–              Costes de evacuación de la salmuera. Gran parte de estos, son debidos a que la salmuera debe de ser eliminada de un modo seguro para el medio ambiente[2], con lo que el sistema empleado para el vertido y sus costes son un factor determinante en la construcción de la desaladora.

–           Costes de otras instalaciones accesorias. Entre estas instalaciones podemos encontrar los sistemas de limpieza de membranas, agua de servicio a la planta, aire comprimido de instrumentación, sistemas de tuberías, y en su caso, costes de instalaciones de generación eléctrica paralelas a la desaladora, como paneles de energía fotovoltaíca o pequeños parques eólicos

[1]  Cuanto peor sea el estado del agua captada, mayor será el gasto del pretratamiento.

[2] Entendemos por modo seguro para el medio ambiente, por aquel que no arremete contra las praderas de Posidonias ni genera cualquier otro tipo de daño ecológico.