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La desalación, hoy por hoy es un sistema caro para obtener el agua que necesitamos si lo comparamos con sistemas alternativos como las aguas superficiales y subterráneas o los trasvases de agua, sin embargo de todos ellos es el único que puede asegurarnos que vamos a disponer de agua en una época de fuerte sequía. En este sentido se esta llevando a cabo un fuerte esfuerzo inversor por parte del gobierno para aumentar la aportación de agua de determinadas cuencas hidrográficas en nuestro país, estas actuaciones están enmarcadas en el Programa A.G.U.A (Ministerio de Medio Ambiente).
En la Directiva Marco se establece que los costes en los que incurre el gobierno por la prestación de servicios en torno al agua deben de ser recuperados, sin embargo no siempre es así. No obstante se ha observado una relación interesante, cuanto mayor es el coste en el que se incurre en una cuenca para prestar dichos servicios, mayor es el porcentaje de costes recuperado.
En cuanto a los distintos métodos de desalación, el sistema que tiene un mayor número de plantas en el mundo es la ósmosis inversa, sin embargo estas plantas no son de una gran capacidad. La destilación flash multi etapa es un sistema con pocas plantas en el mundo, sin embargo estas son de unas dimensiones muy grandes, de modo que el agua que se desala mediante este sistema en el mundo se aproxima bastante a la que se desala mediante la OI. Los dos sistemas que estamos comparando son los más habituales dentro de su subgrupo de sistemas, la destilación flash multi etapa es un método térmico de desalación y la ósmosis inversa es un método de membranas. Desde la aparición de la desalación en los años cincuenta hasta mediados de los noventa, la mayor parte del agua desalada obtenida en el mundo era mediante métodos térmicos, sin embargo con los avances tecnológicos y los abaratamientos de las membranas, los sistemas de membranas son desde los años noventa los que más agua desalada generan. Este paso de utilizar mayoritariamente sistemas térmicos a sistemas de membranas está justificado en términos de costes, en España fue a mediados de los ochenta cuando comenzó a crecer cada vez más el número de plantas de ósmosis inversa y cerrando las plantas térmicas, de modo que al igual que en el resto del mundo, los sistemas de membranas se convirtieron en los más habituales.
De entre los costes de la ósmosis inversa, merece una especial atención el coste energético, por ser el principal determinante de coste de obtención del metro cúbico desalado. En este sentido los mayores esfuerzos de investigación hoy por hoy en esta materia se llevan a cabo para intentar reducir este coste energético, que además de ser poco económico es contaminante debido a como obtenemos la energía en nuestro país y en general en el mundo.
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