Un equipo de investigadores ha ideado una manera de llevar a cabo la primera prueba experimental de la teoría de las cuerdas. La teoría de las cuerdas se desarrolló originalmente para describir las fuerzas y las partículas fundamentales que componen nuestro universo.
El inesperado descubrimiento de que la teoría de cuerdas también parece predecir el comportamiento de las partículas entrelazadas cuánticamente es la clave de este posible modo de comprobar dicha teoría. Como esta predicción puede ser comprobada en el laboratorio, los investigadores ahora pueden verificar la teoría de las cuerdas.
En los últimos 25 años, la teoría de las cuerdas se ha convertido para los físicos en la candidata favorita para la “teoría del todo”, la conciliación entre lo que sabemos sobre lo muy pequeño (la física de partículas) y lo que sabemos sobre lo muy grande (la cosmología). Utilizar la teoría para predecir cómo se comportan las partículas entrelazadas cuánticamente constituye la primera oportunidad para poner a prueba experimentalmente la teoría de las cuerdas.
Si los experimentos demuestran que las predicciones de los científicos sobre los entrelazamientos cuánticos son correctas, esto demostrará que la teoría de las cuerdas es válida para predecir el comportamiento de los sistemas cuánticamente entrelazados, tal como argumenta el profesor Mike Duff, autor principal del estudio, del Departamento de Física Teórica del Imperial College de Londres.
Esto no será una prueba de que la teoría de las cuerdas es la “teoría del todo” correcta que está siendo buscada por cosmólogos y físicos de partículas. Sin embargo, será muy importante para los teóricos, ya que demostrará si la teoría de las cuerdas funciona o no.
No hay ninguna conexión obvia para explicar por qué una teoría que está siendo desarrollada para describir el funcionamiento fundamental de nuestro universo es útil para predecir el comportamiento de los sistemas entrelazados cuánticamente. “Esto quizá nos esté diciendo algo muy profundo sobre el mundo en el que vivimos, o puede no ser más que una coincidencia peculiar. De cualquier manera, es útil”, concluye Duff.