Arquitectos de la Web

Fuente: elpais.com 11/10/2007

Hacheteemeele, equishacheteemele, ceeseese, eseuvege, tehachepé, javascript…. Códigos, programas, lenguajes, aplicaciones, widgets.. La web se ha simplificado para el público a costa de complicar su fontanería. La navegación del internauta ha ganado en comodidad, sencillez, rapidez, incluso en espectacularidad, pero para ello, las bambalinas de cada página que visita son más y más complicadas. Ahí detrás, en una tarea oculta, pero ingente, trabajan los desarrolladores de esos programas de nombres extraños.

“No somos diseñadores ni programadores, somos algo más global; somos arquitectos de la información”, dice Miguel Ripoll, autor de la página del departamento de español de la universidad de Berkeley (spanish-portuguese.berkeley.edu). Aparte de la exhibición de diseño tipográfico, la página fue distinguida con la triple A, el máximo grado de usabilidad.

“El gran cambio de Internet es que el diseño de una web antes la hacía cualquiera”, explica Ismael Nafría, subdirector de contenidos de Prisacom. “Hoy esto es imposible. Detrás de cualquier web que se precie hay auténticos especialistas y profesionales”.

En medio de esa marabunta de programas y lenguajes, el consorcio World Wide Web (W3C), fundado por Tim Berners Lee, trata de poner orden. Avala estándares universales de usabilidad, como HTML, XHTML, CSS o SVG, para que todo el mundo pueda acceder a las webs. Se trata de que la tecnologías web más importantes sean compatibles entre sí para permitir que cualquier hardware y software, utilizado para acceder a Internet, funcione conjuntamente.

Si antes se accedía sólo desde el ordenador de sobremesa, ahora se entra en Internet por un teléfono, agenda, televisor o frigorífico; con banda ancha o estrecha, para comprar o para ver un vídeo. El trabajo para estandarizar tantas variables es, por tanto, casi infinito.

Bajo la pancarta Fundamentos de la Web, la oficina española de W3C, con sede en Gijón, reunió la pasada semana a distinguidos programadores que han construido las tuberías de Google, Flickr, Opera, Nokia, Joost o Last.fm.

Una herramienta básicas del nuevo Internet, el lenguaje CSS, tenía en Gijón por fin cara, la de Bert Boss. “Al crearlo pensamos que sólo iba a durar un año”. Boos trabaja en W3C para homogeneizar estándares. CSS es uno de ellos. “El objetivo era mantener HTML independiente y accesible; pero, por otra parte, queríamos mejorar la visión de las páginas con colores, con textos envolviendo las fotos… Así nació CSS, una hoja de estilo en cascada”.

En su décimo aniversario, el lenguaje CSS se encuentra en el 72% de las webs. Ahora se prepara el CSS2, que facilitará la reproducción de sonidos para ciegos, y la escritura en vertical para alfabetos chinos, japoneses… o la transparencia de imágenes.

“El diseño es la programación”, zanja Ripoll. “A partir de la programación se puede construir la web y decidir qué se quiere; pero lo primero es la funcionalidad de la página. Una web se tiene que adaptar a las necesidades del cliente y no el cliente a la web, como ocurrió durante años. Eso pasó a la historia. Con el Flash y el Dreamweaver ya no se va a ningún sitio y en España nos falta gente que domine las nuevas herramientas”.

“Diseñar en la Web es ayudar a las personas a conseguir sus necesidades”. Es el primer mandamiento de Jeffrey Veen, director de Experiencia del Usuario de Google. “¿Pero cómo diseñar con tantas perspectivas diferentes? Primero, accesibilidad; luego, diseño extensible; tercero darle el control al usuario, que aplique las cosas a su manera”.

“La Web empezó como fuente de información y hoy es una Web de contenidos y aplicaciones”, explica Alan Sandfeld, diseñador de Konqueror y creador el motor de renderización KHTML. Sandfeld es autor de aKode, una librería de descodificación de audio para el sistema KDE.

Para el sitio Joost, dedicado a los programas televisivos, la herramienta básica es el estándar SVG, con el que se superponen imágenes o se las hace rotar. Luego, pequeñas aplicaciones permitirán calcar imágenes o colocar subtítulos.

Sitios de acción
“Internet ha pasado de las páginas de información a páginas para que la gente haga cosas. De páginas para leer a páginas para actuar”, explica Ripoll. Del puro textos, a añadir fotos, vídeos, sonidos, vínculos, cestas de la compra, conexiones con otros internautas, incluso con la posibilidad del hacking, de realizar sus propias aplicaciones en la página, algo frecuente en la Web 2.0.

“No había profesionales del diseño de webs, de ahí el auge del Flash, una herramienta fácil. Eran diseñadores de papel, no preparados para algo sin dimensiones fijas”.

En las paredes del congreso gijonés se van pegando folios ofreciendo trabajo a los programadores. Unos 300 informáticos asisten a las jornadas de Fundamentos de la Web. Ripoll que, después de diez años de freelance, se ha ligado a una empresa como director general, busca 14 programadores para Cesser Digital. “El salario no es problema; pero tienen que saber XHTML, CSS, SVG, lo normal de hoy “.

La estrella de la Web 2.0 es Ajax. Jeremy Keith, de Clearleft, hace hincapié en la importancia de la aplicación de Ajax en las web. “Acaba con la comunicación con el servidor cada vez que se quiere actualizar una parte de la página. Con Ajax sólo se actualiza lo nuevo. Eso da una sensación de rapidez, que no es tal. Es igual de rápido, pero al actualizarse sólo lo nuevo, obviamente va más veloz”.

Keith, que dirige una de las mejores páginas de diseño, advierte del riesgo de que sea el navegador quien dé soporte a la tecnología; que se dependa del Explorer, del Opera o del Firefox para que una página se vea o no . “Con Hijax, término que me he inventado, el procesamiento de la página cae en el lado del servidor, y ya no se depende del navegador. Si no tiene soporte para Java o para Ajax se vuelve a la página inicial. Ajax no se debe implantar hasta el final, ahí es donde con puntuaciones o el carrito de compra, Ajax ahorra mucho tránsito en la Web”.

Para tránsito, Flickr, que aloja 1.400 millones de fotos. Es el caos, según su directora de diseño, George Oates. “Yo creo en el caos como forma de organización. De la imposibilidad de clasificar 1.400 millones de fotos surge la coordinación”. Cada imagen lleva metadatos del autor y de la cámara; pero aún así son pocos en tal vorágine. “Los usuarios han creado aplicaciones que van más allá de lo que los programadores de Flickr pensaron”. Un flickero ha creado una aplicación para localizar fotos por colores”.

Las tuberías que desarrolla Oates para Flickr, las construye también Hannah Donovan en Last.fm, “la revolución social de la música”. Ahí cada cual elige sus preferencias y se pone en contacto con otros aficionados.

“Cualquier persona puede crear su aplicación en Flickr”, dice Oates, “todo el mundo es diseñador, pero para eso tenemos una estructura de software. Flickr es una gran infraestructura para que todos circulen”. Pero los intereses de una página Web 2.0 no coinciden con la web de un supermercado, que vende espaguetis, o la de un dentista, que quiere dar horas por la Web.

“En ese caso hay que ofrecer valor añadido a las dos partes: al empresario y a su cliente”, comenta Ripoll. “Quiero diseñar webs para la pequeña empresa con el objetivo de que tenga una web tan digna y tan útil como las multinacionales”.

Fundamentos Web acaba y las ofertas de trabajo siguen en la pared. Ripoll no cubre ni uno de sus catorce empleos. “La mayoría no eran expertos en lo que pedíamos. Sólo contactamos con uno y ya tenía seis ofertas”.

W3C. www.w3c.es CESSER DIGITAL: www.cesserdigital.com ESPAÑOL DE BERKELEY: http://spanish-portuguese.berkeley.edu/ CLEARLEFT: www.clearleft.com LAST.FM:www.lastfm.es

Profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante (España). Interesado en el desarrollo y la accesibilidad web.

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