La Web que hemos perdido

A través de la anotación La Web que hemos perdido de Microsiervos he llegado al artículo The Web we lost. Copio lo más interesante:

The tech industry and its press have treated the rise of billion-scale social networks and ubiquitous smartphone apps as an unadulterated win for regular people, a triumph of usability and empowerment. They seldom talk about what we’ve lost along the way in this transition, and I find that younger folks may not even know how the web used to be.

[…]

This isn’t some standard polemic about “those stupid walled-garden networks are bad!” I know that Facebook and Twitter and Pinterest and LinkedIn and the rest are great sites, and they give their users a lot of value. They’re amazing achievements, from a pure software perspective. But they’re based on a few assumptions that aren’t necessarily correct.

The primary fallacy that underpins many of their mistakes is that user flexibility and control necessarily lead to a user experience complexity that hurts growth. And the second, more grave fallacy, is the thinking that exerting extreme control over users is the best way to maximize the profitability and sustainability of their networks.

Y la traducción que han hecho en Microsiervos:

La industria y la prensa tecnológica han tratado el surgir de las redes sociales mil millonarias y la ubicuidad de las aplicaciones en smartphones como una victoria absoluta para las personas comunes. Rara vez mencionan lo que hemos perdido por el camino de esta transición, y me parece que los más jóvenes ni siquiera saben cómo era la Web antes.

[…]

No quiero iniciar la típica polémica de «¡Qué malos son esos estúpidos jardines vallados!» Sé que Facebook, Twitter, LinkedIn, Pinterest y similares son grandes sitios, y que proporcionan a sus usuarios un gran valor. Son logros asombrosos, desde una perspectiva puramente de software. Pero están basados en unos supuestos que no son necesariamente correctos.

El equívoco principal del que parten muchos de sus errores es el de que la flexibilidad y el control por parte del usuario tendría como consecuencia irremediable una compleja experiencia de uso que dañaría su crecimiento. Y el segundo equívoco, aún más grave, es pensar que ejercer un control extremo sobre los usuarios es la mejor manera de maximizar la rentabilidad y sustentabilidad de sus redes.

Profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante (España). Interesado en el desarrollo y la accesibilidad web.

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