En mayo de 1962 desembarcan en Alicante varios miles de Pieds-noirs huyendo del final de la guerra de Argelia. Desde ese momento la mayoría de las familias que llegaron vieron reflejado en Alicante la ciudad que habían dejado atrás. Esto les permitió integrarse en una sociedad que les era familiar.
En un contexto político internacional de conflicto de las principales potencias europeas, por la descolonización del Norte de África y durante los años 50 tras la II Guerra Mundial, Francia se enfrenta a los movimientos de independencia de los territorios ocupados desde 1830. Después de un siglo de administración civil y militar, Argelia no era sólo un territorio vinculado a Francia, era una prolongación de Francia. Sus ciudadanos, eran ciudadanos franceses de pleno derecho, muchos de ellos nacidos allí.
Nos gustaría destacar el componente de drama humano que supuso el exilio y la guerra; el trauma, la persecución y finalmente el abandono del país. Aunque la mayoría de los inmigrados se han integrado en la vida de Alicante, ésta ha estado marcada por la nostalgia y el recuerdo, sobre todo para los exiliados de primera generación.
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