Honorato Juan, nacido en Valencia, hombre de letras, experto en latín y griego, empieza sus clases inmediatamente, ya que en agosto relata al príncipe, ahora además rey consorte de Inglaterra, que el niño ha empezado a leer, aunque supongo que ni siquiera fuese capaz de balbucear las primeras letras. Más adelante, en la primavera de 1555, cuando ya su alumno ha progresado en la lectura, propone un programa que el padre acoge con prevenciones, al avisar que en los inicios le instruya con autores más fáciles para que no rechace el aprendizaje.
Carlos V, por su parte, se muestra complacido por los progresos de su nieto, alegrándose a su vez de que se comporte con disciplina, pero insistiendo en que se le mantenga al margen de la convivencia con mujeres.
El 11 de abril de 1555, abatida por una dolorosa dolencia, muere en Tordesillas la reina doña Juana, apodada la Loca, madre del emperador y bisabuela de don Carlos, tras un encierro que ha durado casi medio siglo y encarna una página patética en la epopeya de Castilla.