El contexto histórico de la época se concentra dentro del reinado de Alfonso XIII, el cual comienza con una gran inestabilidad debido al asesinato del presidente Cánovas del Castillo en 1897 y el desastre de 1898, en el cual España perdió sus últimas colonias de ultramar.
En 1904, Francia y España firman un acuerdo para delimitar el espacio de influencia que éstas tendrían en Marruecos. Aunque no fue ratificado oficialmente hasta la Conferencia de Algeciras en 1906, donde a Francia le corresponde el sur y a España el norte.
En 1909 se desata la Guerra de Melilla, donde se enfrentaron tropas españolas con las cabilas rifeñas en las zonas exteriores de la ciudad norteafricana. Destaca la emboscada conocida como el “desastre del Barranco del Lobo“. Esta emboscada originó más de 100 muertos, entre ellos el General Pintos, que estaba al mando de la expedición, y casi 600 heridos.
Tras este fracaso militar, se decide aumentar el contingente militar de reservistas en el Norte de África, dando lugar a graves protestas en Barcelona y otras ciudades de Cataluña, pues los reservistas eran padres de familias obreras en su mayoría. Era la conocida Semana Trágica.
En el año 1912 se firma el Tratado de Fez, donde Marruecos cede su soberanía a Francia, formando un protectorado, y Francia cede algunos territorios marroquíes a España, creando así el protectorado español de Marruecos. El tratado fue percibido como traición por los nacionalistas marroquíes y condujo a la Guerra del Rif de 1919 hasta 1926 entre España y las tribus de Jibala en el Rif.
En la Guerra del Rif se produjo una de las mayores derrotas del ejército español: el desastre de Annual (1921) ante los rifeños comandados por Abd-el-Krim. Así, los problemas generados por Annual fueron causa directa del golpe de estado y dictadura de Miguel Primo de Rivera. El desembarco de Alhucemas en 1925 propició el final de la Guerra del Rif, una guerra que había resultado costosa en vidas humanas, además de provocar una reacción anti bélica en la sociedad española debido a que era llevada a cabo con reservistas en gran parte, además de dejar trastocados los cimientos de la monarquía de Alfonso XIII.
Contexto de Torrevieja
En cuanto a la localidad torrevejense, se encontraba en un momento expansivo en su economía, gracias a la inaguración del ramal de ferrocarril desde Torrevieja a Albatera-Catral. También, que en 1882 se declaró de interés general la construcción de un puerto capacitado, no obstante, las obras fueron a plazos a lo largo de los años, concluyendo a principios de la década de 1940. Esto sirvió para dar un impulso a la industria salinera.
Hacia 1910 su población sobrepasaba los 9000 habitantes, habiendo ascendido en 1000 habitantes desde el año 1900.
En la época de entreguerras, la economía se caracterizó por una mejora general del nivel económico y por significativos avances sociales. Esta mejora económica y demográfica se vería reflejada años después, en 1931, cuando Alfonso XIII concedió el título de ciudad a Torrevieja.
Ley de reclutamiento y remplazo de 1912
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