El Cisma Anglicano

En la época en que Lutero inauguraba su reforma en Alemania, reinaba en Inglaterra Enrique VIII, el cual lleno de celo por la religión católica, había publicado un escrito contra la herejía, libro que le valió por parte de de León X en 1521 el título de defensor de la fe. Arrastrado por sus pasiones Enrique VIII no había dejado más que el recuerdo de su lujuria de su tiranía y crueldades. Solicitó el divorcio a la corte de Roma de Catalina de Aragón después de veinte años de matrimonio, para poder casarse con Ana Bolena, el Papa Clemente VII se opuso a sus pretensiones amonestándole paternalmente al principio y amenazándole después con la excomunión. El rey obedeciendo por una parte a los impulsos de su pasión y por otro lado a las instigaciones de Cromwell, su canciller se atrevió a usurpar el título de cabeza suprema de la Iglesia. Consecuentemente declaró nulas las censuras de la Santa Sede, e hizo sancionar su nuevo enlace con su concubina por un indigno capellán Cramner, a quien el mismo había nombrado obispo de Canterbury. El cisma se había introducido en el reino. Los obispos ingleses se habían manifestado débiles y tímidos ; el Parlamento aprobó la apostasía del soberano, dictándose de inmediato decretos de confiscación. Mas de cuatrocientos fueron clausurados y sus bienes entregados a los lores. El destierro, la prisión y la muerte fueron el premio de los que se mantuvieron fieles a Dios y a su Iglesia . Entre las víctimas de esta persecución se cuentan veintiún obispos, quinientos sacerdotes, y setenta y dos mil fieles, siendo los más importantes Tomás Moro y el cardenal Fisher.

Enrique VIII trae a la memoria el recuerdo de los más odiosos tiranos de la Roma pagana. Se casó seis veces, repudió dos esposas, y mandó otras dos al cadalso. A pesar de ello éste rey pretendía solamente librarse del Papa: inauguró el cisma sin querer implantar la herejía. El calvinismo fue introducido, durante la minoría de edad de de Eduardo VI, por Cramner, bajo el reinado de la cruel Isabel, asesina de María Estuardo, el calvinismo apoyado y sostenido por el verdugo se convirtió en religión del Estado, llamada religión anglicana. El protestantismo cubrió el suelo de Europa de sangre y de ruina. En Alemania sucedió la guerra civil y armó el brazo de los campesinos que Lutero hizo exterminar después de los nobles. En Inglaterra suscitó las mismas luchas religiosas: con la reina Isabel hizo pasar por las más terribles persecuciones a la antigua isla de los Santos, llevándolo todo a sangre y fuego. Francia fue teatro de guerras sangrientas promovidas por los desordenes de los hugonotes confederados que intentaban implantar la herejía por las armas, degollando sacerdotes y quemando aldeas e iglesias.


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