La noche del pasado 13 de noviembre París vivió una noche terrible en el que un grupo de terroristas acabó con la vida de 130 personas en diversos ataques coordinados en varias zonas de la capital francesa. Dos días después el barrio de Saint Denis vivió una tensa noche en el que la policía asaltó un apartamento en el que presuntamente se escondían otros miembros de la célula yihadista. El asalto culminó con ocho detenidos y dos muertos, pero esta acción policial llegó gracias al descubrimiento de un teléfono abandonado por los terroristas.
Los smarthones tienen una gran cantidad de información sobre nosotros, eso no es ningún secreto, por eso un teléfono perteneciente a los terroristas es un tesoro para los investigadores.