«Era un haiku. Tres versos, escritos con un pincel grueso que hacía que pareciera un dibujo más que un texto. Unos trazos en negro tan delicados y expresivos como la sombra de una mariposa. – ¿Tanto misterio para un poema? – Mi madre dice que los haikus son algo más que poemas. Cada uno es una emoción que aparece
Read more…