«Contaba (Mintaka) que siempre existía una maravilla agazapada en el futuro, esperándonos, y que lo importante era descubrir y gozar la que correspondía a cada uno de los días de nuestra existencia. Cuando los demás hombres glorificaban el morir por el hierro, aseguraba él que no le importaba morir sobre la paja si lo que dejaba atrás valía lo suficiente.»
Salvador García Aguilar, Regocijo en el hombre.