Para los protestantes del siglo XVI era “el demonio del mediodía”, los escritores románticos del XIX lo presentaron como un monstruo que estranguló con sus propias manos a su hijo el infante Don Carlos. Manuel Azaña, queriendo desmotar el prototipo de rey español por excelencia, decía que era un puro alemán.
En el otro extremo estarían los manuales escolares de la dictadura franquista con los que muchos españolitos nos educamos hasta bien entrados los años 70. Este es un extracto literal sobre la figura del monarca. «Fue un rey muy prudente, católico y poderoso. Para castigar las ofensas que los ingleses hacían a España, Felipe II organizó la escuadra invencible, pero ésta fue derrotada por los temporales. Ante el peligro que los turcos representaban para la cristiandad, Felipe II, el Papa y Venecia formaron una escuadra y los derrotaron en la batalla de Lepanto».
Por todo ello, me permito recomendar visiones más modernas sobre el personaje como este blog de dos estudiantes de Humanidades de la Universidad de Alicante http://blogs.ua.es/elprudente/2009/