Leo hace unos días el títular de Crónica en Universia: “La Universidad de Zaragoza apuesta por fomentar el Software libre”. El Consejo de Gobierno de esta universidad aprobó hace unos días una declaración institucional sobre el ´Software libre y de fuentes abiertas´. La Universidad de Zaragoza impulsará la creación de una Oficina Técnica de software libre y de contenidos abiertos” y la puesta en marcha de un servidor de aplicaciones de software libre.
Según esta declaración institucional, el uso del software libre aporta “independencia e interoperabilidad” para el funcionamiento de los sistemas de información. Además, su uso garantiza a la Universidad “independencia tecnológica frente a terceros”, así como amplias posibilidades de colaboración y desarrollo con otros agentes. La Universidad de Zaragoza destaca también que con esta filosofía se potencian las posibilidades de elección del profesorado, “fortaleciendo la libertad de cátedra, y del alumnado y asegurando, así, la capacidad independiente necesaria para desarrollar sus tareas”.De esta manera, el uso del software libre permitirá a la Universidad de Zaragoza utilizar un programa especifico ya desarrollado por otras personas disponiendo del código fuente y teniendo la capacidad para analizarlo, modificarlo, redistribuirlo y ejecutarlo, en cuantos ordenadores desee. Asimismo, se compromete a desarrollar software con la misma filosofía”
La noticia: “La Universidad de Zaragoza apuesta por fomentar el Software libre“.
Una iniciativa que no será la última. El potencial de las universidades en el desarrollo del software librepuede ser enorme y su rol decisivo para un enfoque correcto de la gestión del conocimiento. El software libre es un caso de éxito de lo que pueden dar de sí muchas de las vertientes de la moderna “economía y gestión del conocimiento”. Cuestión para la que las universidades no deberína escatimar medios.
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4 responses to “Las universidades apuestan por el software libre”
Es interesantísimo ver cómo estas iniciativas, que parecían de locos hace unos años, comienzan a imponerse como la manera correcta de hacer las cosas.
La Universidad (pública y privada) tiene la obligación de devolver a la sociedad parte de lo que la sociedad le entrega. Y no hablo de presupuestos económicos ni de salarios. Hablo de estructura social para el progreso común.
La Universidad de Alicante, con COPLA (-Coneiximent Obert i Programari Lliure-lleva ya varios años haciendo cosas por el software libre y por los contenidos abiertos), la de Zaragoza con la actual creación de una oficina similar…. y en muchas otras universidades españolas ya hay movimientos en esta dirección.
Pero no nos olvidemos de una cosa:
Usar Software libre NO es una toma de posición ideológica. Podría llegar a entenderse simplemente como una decisión de inteligencia económica. Lo que de verdad es una toma de postura ética es decidir qué se va a hacer a cambio… la Universidad de Zaragoza afirma que desarrollará software de este tipo, la de Alicante ya lo está haciendo (por ejemplo, Apertium de nuestro colega y amigo Mikel Forcada) y seguro que si buscamos un poco más encontraremos muchos otros ejemplos. ¿Y el resto de los mortales no institucionales o programadores?
Si un profesor no es programador ni puede colaborar en la programación de software de este tipo…¿qué es lo que puede hacer por el conocimiento abierto?
El docente es autor de muchos contenidos educativos que son susceptibles de tratamiento similar. Por ejemplo, el proyecto OpenCourseWare proporciona una ocasión estupenda para que el docente entregue a la sociedad parte de lo que ha recibido, haciendo públicos los materiales docentes que usa dentro de las aulas. El modelo lo ha marcado el software libre. Ahora vienen los contenidos abiertos.
A ver si nos va a pasar como al del chiste, de aquel al que le estaban explicando qué era el comunismo diciendo que el que tenía dos coches tenía que dar uno o que si tenía dos casas, pues que tenía que dar una y todo eso le parecía perfecto. Pero cuando le dijeron que si tenía dos motos…..respondió:
-Ah, nO. Eso sí que no….no. Eso ya no me gusta….. Que motos…. sí que tengo……
Pedro, muchas gracias por tu comentario. Yo también me alegré de que nuestra universidad fuera una de las pioneras con COPLA.
La inciativa de Zaragoza, me ha sugerido que quizás hiciera falta un proyecto glogal. Coordinador y aglutinador de los esfuerzos individuales de las universidades. El país que lo haga quizás acabe siendo una potencia mundial en la materia, en campos específicos. Llaman la atención las experiencias de éxito de este país en esta materia, que originariamente partieron de regiones no precisamente punteras en renta por habitante, ni en nuevas tecnología… Recuerdo hace unos siete años cuando Stanford pedía al gobierno americano una infraestructura mínima y unas bases simples para el desarrollo del software libre… Bueno, todo el éxito alcanzado -salvo excepciones- ha sido conseguido sin apoyo organizativo y admministrativo relevante… Lo que ya de por sí es impresionante… Ahora bien ¿y se le diera? Quizás vendría mal…
Quizas vendriá mal….
A lo peor… acabo de leer un texto muy interesante gracias a otro post que me has referenciado en el que se reconoce que internet es un caos y que ese caos forma parte de la esencia de las libertades… Cada vez que hemos visto que alguien -un estado- pone fondos para algo, ha hecho uso del argumento de que “quien paga, manda” y con esa excusa han tratado de controlar… Habría que hacerlo muy bien, pero que muy bien, para que con una inyección de dinero y organización, las iniciativas de Open Software no murieran asfixiadas….
Pedro, me he propuesto no hablar del poder en los próximos 200 años…
Pero dado que mencionas una fuente que lei hace poco en el blog de Javier Cremades y que la blogosfera son “conversaciones”, para hacer copartícipe de nuestra conversación a terceros, reproduzco el aquí el texto (blog de Javier Cermades, sobre la concepción que la Corte Suprema de los Estados Unidos tiene de internet; http://javiercremades.blogs.com/mi_blog/)
“…. Se trata de un famoso caso en el que confirmó una sentencia de la Corte del Distrito Este de Pensilvania (Circuit Court) En él se ventilaba la constitucionalidad de la Ley de Decencia de las Comunicaciones. En ella, los altos jueces, los “nueve escorpiones” … decían cosas tan sugerentes como que internet puede muy bien ser descrita como una conversación universal sin fin.
“El Gobierno, dijo el Tribunal, no puede, a través de la Ley de Decencia de las Comunicaciones, interrumpir esa conversación. Como la forma participativa de expresión de masas más desarrollada jamás conocida, Internet merece la más estricta protección frente a la intromesión gubernamental. Es cierto que muchos encuentran algunas de las expresiones o manifestaciones en Internet ofrensivas y es cierto, también, que, en medio del estruendo del ciberespacio, muchos oyen voces que consideran indecentes. La ausencia de regulación gubernativa de los contendios de internet ha producido, incuestionablemente, una especie de caos”.
Pero, seguía razonando el Tribunal Supremo, lo que ha hecho de internet un éxito es el caos que representa. La fuerza de internet es ese caos. Como sea que la fuerza de internet es el caos, la fuerza de nuestra libertad depende del caos …y de la expresión sin trabas que protege la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Por esas razones, la ley fue declarada inconstitucional.